LA PREGUNTA

He leído mucho respecto a distintas cosas que dicen ser importantes para mantener una buena salud vaginal: el uso de ciertos jabones, los protectores diarios, preocuparse de las telas de la ropa interior. La cuestión es que mucha de esta información es a ratos contradictoria. ¿Qué funciona y qué no?

Karen, 35 años.

LA RESPUESTA

“Lo primero que hay que saber es que se debe conocer algo de la anatomía y funciones de los órganos genitales de la mujer. Por ejemplo, es importante saber que la vagina es un órgano de paredes elásticas que conecta los genitales internos con el exterior a través de la vulva, y que es parte del trayecto de salida del flujo menstrual en forma periódica, desde la menarquia (primera menstruación) hasta la menopausia. La vagina permite llevar una vida sexual satisfactoria y forma parte del trayecto de salida del feto en el momento del parto. Luego, se debe mantener una vida sexual responsable y tomar las precauciones adicionales cuando sea necesario. También es fundamental consultar oportunamente ante la aparición de síntomas como flujo vaginal anormal (que puede ser una secreción vaginal de color amarillo o verdosa; un olor ácido y una consistencia más grumosa), prurito vaginal persistente (picazón), dolor coital, incontinencia urinaria o sensación de cuerpo extraño que emerja por la vagina (prolapso genital). En definitiva, estar atento a todo lo anterior, ayuda a tener una mejor salud vaginal”, explica Víctor Rubio, ginecólogo de Clínica Indisa.

Para mantener una buena salud íntima, los expertos aconsejan siempre pensar que la vagina es un sistema ecológico que debe mantenerse en equilibrio, es decir, evitar todo aquello que genere alteraciones en su pH. “La vagina por definición es un lugar contaminado de hongos y también de bacterias que protegen y que producen ácido láctico para mantener el pH ácido del área. Entonces cuando la gente usa, por ejemplo, jabones neutros, se equivoca, porque la piel de la vagina es distinta a la del resto del cuerpo y necesita mayor acidez”, explica Daniel Sfeir, ginecólogo de Clínica Las Condes

Otra de las cosas que, por lo general, provoca alteración en la zona vaginal es el uso de antibióticos. “Esto ocurre porque este tipo de medicamentos matan todas las bacterias, y entre ellas, las que protegen la vagina, entonces automáticamente proliferan otras, aparecen hongos y también infecciones”, agrega Sfeir.

Para Manuel Parra, ginecólogo de la Clínica Alemana, “lo primero y lo más importante para mantener saludable esa parte del cuerpo es lavarse solo con agua o con un jabón específico para esa zona. Segundo, descartar que no hayan enfermedades sistémicas como, por ejemplo, diabetes, que generalmente provoca flujo micótico; y tercero, entender que la sexualidad de la mujer es distinta a la del hombre, y que ellas necesitan de una preparación más larga para lograr una lubricación adecuada. Si no está ese juego amoroso previo, claramente será una relación dolorosa y muy desagradable. Hablar de esto con la pareja también es parte de una buena salud vaginal”.

Como el área genital es muy delicada, los expertos además sugieren considerar el tipo de ropa interior que se usará y si hay algún antecedente de alergia a ciertos materiales. Sobre este punto, Sfeir explica que el uso del colaless puede ser cómodo para algunas mujeres, pero es un elemento más de contaminación. “Como este pasa por el ano, la transpiración hace que las bacterias de esa zona se traspasen a la vagina, generándose con ello la posibilidad de desarrollar una infección. Lo mismo ocurre con los pantalones muy apretados. Además muchas mujeres presentan alergias por el uso de protectores y toallas con aromas que pueden ser irrirantes”.

Problemas vaginales más frecuentes y sus consecuencias

Las infecciones vaginales constituyen un motivo frecuente de consulta en la atención primaria de todo el mundo. Esto, porque disminuyen la calidad de vida, favorecen el contagio de infecciones de transmisión sexual bacterianas y virales, pueden ocasionar partos prematuros -si hay infecciones bacterianas hacia el interior- e infecciones neonatales. Por eso, la importancia de mantener una buena salud vaginal.

Al respecto, Daniel Sfeir señala que “las mujeres jóvenes y adultas comparten las mismas afecciones, que son las infecciones de la vulva y vagina; y las mujeres mayores con menopausia se les produce el síndrome urogenital (sequedad vaginal, sensación de quemazón, irritación o picores en la zona genital), que sucede cuando caen las hormones y disminuyen los estrógenos en la vagina y vulva, provocando menos lubricación y capacidad de respuesta”.

Una ineficiente salud vaginal puede generar la posibilidad de adquirir enfermedades de transmisión sexual. Afecciones que, en el caso de la sífilis y gonorrea han ido en aumento en Chile según el último informe ‘Situación Epidemiológica de Gonorrea y Sífilis 2018’ de la División de la Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud.

Sobre ello, el doctor Sfeir dice: “El virus del papiloma humano, los herpes y el sida se comparten sexualmente. Por eso, es muy importante que las mujeres tomen precauciones para que no se expongan al contagio; y la única forma de hacerlo es usando preservativos y escogiendo bien a su pareja. Esto también es parte también de una buena salud vaginal”.