LA PREGUNTA:
“Me convertí en papá por primera vez hace un mes y siento muchas emociones. Por un lado, un amor que nunca antes sentí y al mismo tiempo, me siento muy inútil, como que quedo fuera del vínculo entre mi señora y nuestro hijo, lo que me genera desconcierto y una sensación que no tengo tan clara. Me cuestiono si acaso tendré depresión o algo así. ¿Le puede dar depresión post parto a los hombres?”
Mauricio, 35 años.
LA RESPUESTA:
La depresión posparto masculina existe y en los últimos 20 años ha sido estudiada alrededor del globo. “Hoy día más bien se habla de trastornos en la afectividad del hombre en el periodo perinatal, o sea que incluso puede ser desde el embarazo de su pareja en adelante. En general está súper relacionada con alteraciones afectivas en la mujer, es decir, cuando hay algún tipo de depresión en las mujeres, es muy probable que encontremos efectos y eventualmente depresiones en los hombres”, explica la doctora en psicoterapia y miembro de la Sociedad Chilena de Salud de Masculinidades Diversas (Sochismad), Francisca Pérez.
Si los hombres han tenido cuadros depresivos previos, también puede relacionarse con la depresión posparto y, aunque el factor hormonal no es tan incidente, sí lo es el social, cultural e identitario. “Todavía hay mucha expectativa en relación al género, donde se espera que el hombre, al convertirse en papá, sí o sí pueda ser proveedor. Hay un mandato social muy importante ahí, para los hombres se vuelve muy importante convertirse en proveedores y si no lo logran generalmente les genera mucha angustia”, afirma Pérez.
Rutinas que excluyen
Por más que un padre quiera pasar tiempo con su hijo, lo cierto es que la vida laboral no lo permite como tal vez él quisiera. “Es común que como somos las mujeres quienes tenemos el post natal, estamos todo el día con la guagua los primeros meses y la conozcamos, aprendemos a leer sus señales y establezcamos un vínculo cercano. Entonces, cuando el hombre llega de su trabajo se siente excluido. Esto no solo le pasa a la persona que escribió, sino que es algo que se ha descrito en investigaciones y que vemos en la clínica, donde los hombres sienten que tratan de entrar y no entienden bien cómo. No tienen la misma expertise que han desarrollado las mujeres, porque no pasan la misma cantidad de tiempo con sus hijos. Desde ahí no es raro que se puedan sentir excluidos. Ahí las mujeres tenemos que tener harta consciencia de que este fenómeno puede ocurrir e invitarlos a que se involucren y participen activamente de este proceso”, recomienda la psicoterapeuta.
En 2017, Francisca participó en un estudio sobre la depresión posparto en padres (publicado en revista Scielo) que reveló que el 20% del grupo de estudio presentaba síntomas de depresión posparto. “Hicimos entrevistas en profundidad en aquellos que puntuaron alto en escalas de depresión y nos dimos cuenta de que en los hombres hay poca capacidad de consultar a tiempo o identificar si lo que les está sucediendo está en la línea de la salud mental, porque socialmente es poco conocido y difundido. Entonces cuando consultan suele ser porque hay síntomas físicos, producto de la somatización. La depresión en los hombres también se puede manifestar a través de conductas evitativas, como pasar más tiempo en el trabajo o aumentar el consumo de sustancias, o el deporte, juegos de azar, etc… para no tener que enfrentar llegar a la casa y sentirse excluidos”, agrega la experta.