Paula 1212. Sábado 19 de noviembre de 2016.

Tras 17 años a cargo de la cocina del Liguria, el chef Alfredo Gutiérrez decidió independizarse y se asoció con el empresario gastronómico venezolano Luis Salas para abrir el restorán La Soga, de cocina chilena, que funciona desde mediados de septiembre en Las Tranqueras con Vitacura, en un amplio local con terraza. Si bien el concepto culinario lo tuvieron claro desde un principio –Salas es de padres chilenos y creció comiendo pantrucas, ajiaco, pebre y sopaipillas–, quisieron darle un vuelco para salir del cliché del restorán chileno instaurando un estilo diferente: que este fuera un local moderno, de líneas elegantes –sin el típico mantel a cuadros y el pan con pebre– pero con precios accesibles. Ningún plato supera los $ 8.500 y son contundentes. "Se trata de darle el valor que merece a la comida chilena. Que en un restorán fino de Vitacura se coma charquicán, se coma pescado frito. Yo siempre he pensado que el chileno, a la cocina de su país la trata como a la amante: la disfruta, pero a escondidas. Muchos viajan por ejemplo a España y se jactan diciendo que tomaron sangría y comieron callitos a la madrileña. Pero tomarse un borgoña y comerse una pichanga lo encuentran ordinario. Bueno, acá queremos resignificar eso", dice Gutiérrez. La carta de tragos, que crearon en conjunto con el destacado mixólogo Miguel González Larraguibel –más conocido como Maldito Barman– también pretende hacer honor a la patria con gran presencia del destilado nacional en las bebidas: Bloody Mary con pisco, licor de chirimoya con pisco y jugo de naranja, y pisco con jugo de huesillo.

Además, quisieron hacer énfasis en la atención al cliente: con la experiencia de Salas, quien tiene dos locales en Venezuela, quieren imitar ese estilo de servicio. "Los chilenos están un poco en deuda con ese aspecto, pero nosotros acá estamos demostrando que se puede hacer de otra manera. Que se puede hacer sentir al comensal como si estuviera en casa", explica Salas.

Qué probar:

Costillar de chancho a la campesina: el sabroso costillar, asado durante 3 horas con pebre, viene acompañado de un suave charquicán de zapallo ($ 6.800).

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Pulpo chamuscado: cocido sin agua, acá lo sirven con unas exquisitas y enormes papas fritas y una refrescante ensalada de rúcula ($ 7.800).

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El deshuesado: pisco con jugo de huesillo, bien dulce, pero en su justa medida, no hostiga ($ 3.500).

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Las Tranqueras 1677, Vitacura, fono 22710 0306. Martes y miércoles de 12 a 1 hrs, de jueves a sábado de 12 a 2 hrs, domingo de 12 a 17 hrs.