La real academia define la moda como el conjunto de prendas de vestir y complementos que se basan en gustos, usos y costumbres, y que se usan durante un período determinado, marcando tendencia según su duración. La moda, entonces, tiene espacio y tiempo. Muchas de las nuevas tendencias van rescatando estéticas pasadas y revitalizándolas.

En el pasado los talleres de las grandes casas de moda atesoraban especiales utensilios y elementos para fabricar sus originales diseños. Ahora es común encontrarse en ferias y mercados objetos obsoletos del mundo de la moda que se atesoran como piezas de colección.

Los más comunes son las antiguas máquinas de coser de fierro pintadas y decoradas a mano. A esto se le suman huinchas, colgadores, costureros y maniquíes antiguos.

He encontrado también sombrereros, tijeras, alfileres y dedales de insólitos materiales. No son objetos que estén de moda, pero citan a la alta costura en cualquier tiempo. Entonces estos objetos arrastran la historia de décadas y de las infinitas prendas que han ido creando.

Siempre me han llamado la atención las vitrinas de la marca inglesa All Saints, que las decoran con infinitas máquinas de coser antiguas. Yo en años solo he logrado juntar unas 4 o 5; me imagino la gran odisea que debe significar juntar unas 500 para cada tienda. Sin duda es un homenaje a los utensilios tradicionales de la moda y al imaginario y estética industrial de principios del siglo XX, que es como si nunca pasara de moda.