Paula 1219. Sábado 11 de febrero de 2017.
Tengo una deformación personal y profesional hacia los objetos y muebles usados. Siempre voy a preferir algo en que se note el paso del tiempo y el uso. Pienso que ese es el sentido de las cosas: usarlas, vivirlas, hacerlas propias. No tiene que ver con el mal uso y desgaste, sino con una manera responsable en dejar que el tiempo haga su trabajo y deje su huella.
Vivo en una casa de los años 30 donde, probablemente, ha vivido mucha gente antes que yo. Atesoro algunos muebles que tienen en sus espaldas más de 100 años y que, además de ser bellos y tener historia, siguen cumpliendo la función original para la que fueron concebidos, aun cuando yo haya decidido usar alguno para otro propósito. Esas cosas llegaron a mí, porque no habían encontrado su lugar definitivo.
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Antiguo sitial de barbero de madera, junco, fierro y mármol. Se puede ajustar la posición del respaldo y apoya pie, lo que permite un uso hoy como sillón de descanso o lectura.[/caption]
Esa debería ser la historia de los objetos: pasar, por distintos motivos, de mano en mano hasta llegar a la mano indicada que los conserva y atesora hasta que cumplen su ciclo, dándoles el uso que se quiera.
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Banca con pátina color turquesa, hecha con un respaldo de madera de cama de una plaza. Los apoya brazos fueron construidos con la piecera y el asiento –tipo baúl– con maderas de demolición. Una forma de reutilizar camas antiguas.[/caption]
Escuchamos por todos lados que el planeta necesita de nuestro cuidado. Dicen que estamos cada vez más sobrepoblados. Una forma de hacer economía consciente, al momento de regalar, es pensar en aquellas cosas que andan circulando, en lugar de seguir fabricando objetos nuevos, baratos y desechables.
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Banco de zapatero, que hoy se puede usar como mesa lateral o velador. Sobre él, a la pantalla de lámpara de vidrio soplado se le ha dado un nuevo uso como florero.[/caption]
Hay muebles que fueron creados con fines específicos y hoy han sido reemplazados por otros más prácticos o funcionales. Se les puede dar nueva vida a los muebles y objetos repensando su propósito y utilidad, en vez de desecharlos. No olvidándonos que esto es una inversión, como las obras de arte, puesto que están fabricados de maneras y materiales que hoy son escasos o inexistentes. www.laanticuaria.cl