Oda a las galletas: Datos Paula para endulzar la llegada de marzo
1. Inspiración norteamericana
Augusta Montt —chef y master en diseño e innovación de alimentos— siempre ha tenido una obsesión con las galletas gringas. “Al menos hasta 2020, en Chile no había mucho dónde elegir. No existía este concepto de galletas frescas, con ingredientes premium. Todo era industrializado, o por el contrario, súper caseras”, dice. Fue esto lo que la impulsó, en plena pandemia, a desarrollar una receta de “la galleta perfecta” y crear Agu & Co. “Partimos vendiendo por Instagram, yo hacía los pedidos y coordinaba los despachos”, recuerda Augusta. “Ahora arrendamos una dark kitchen, tenemos una página web y está todo mucho más profesional”.
La investigación y desarrollo de receta que hizo Augusta tuvo como resultado galletas chewy o “calugosas” por dentro, al más puro estilo norteamericano, y lo más importante: cien por ciento frescas. “Apenas me sale un pedido por la página yo horneo las galletas. Es decir, están recién hechas. Además, utilizo ingredientes de primera calidad: el mejor azúcar, la mejor harina, el mejor chocolate belga. Al estar tan bien pensada la receta y al usar materiales de primera calidad, y más encima, entregarlas frescas, creo que el producto se eleva mucho”, dice. Y agrega: “Sin tener que inventar la rueda, al final está tan bien hecho que eso es lo que lo hace especial”.
¿Las más pedidas? “Por lejos, las de M&M’s, que son preciosas por los colores y a los niños les encanta, y las Chunk, que es la clásica galleta con chips de chocolate, pero yo le incluyo trozos de chocolate más grandes”, dice Augusta. Se venden en cajas de 12 unidades y cada galleta tiene 40 gr. Desde $13.500.
https://www.aguycogalleteria.cl/
2. Énfasis en la presentación y los detalles
Galletas altamente regalables. Eso es lo que ofrecen en La Galletería. ¿Cómo lo logran? A través de su cuidada presentación y detallados empaques. También dicen tener un foco fuerte en la selección de ingredientes de alta calidad. Todo comenzó cuando Marcela —titulada de Administración Gastronómica Internacional y certificada en Artes Culinarias del Institut Paul BoCuse en Lyon, Francia— se asoció con sus dos hermanas y decidieron jugárselas por “instaurar la cultura de la galleta en Chile”.
Los galletones más pedidos son los de nutella, los red velvet —rellenos de queso crema, bañado con chocolate blanco y con toppings de frambuesa deshidratada— y los lady berry —con frambuesas frescas y chocolate blanco— (desde $1.800 cada uno). También en formato “minidelicias”, que son “galletas más pequeñas, de los mismo sabores que los galletones pero que gustan mucho por su presentación más regalable”, dicen desde La Galletería.
3. Relleno abundante
“En todas partes venden galletones. En mi mente, eso se traduce como una galleta grande, pero seca, sin relleno o sin mucho relleno. En Cookie Lab no decimos galletón porque nuestras cookies son conocidas por su abundante relleno”, dice Alejandro Gayoso, uno de los socios fundadores de esta galletería que nació a mediados de 2020. Aburridos de las reuniones por Zoom producto de la pandemia, él —que hasta entonces trabajaba en el área de marketing de una cadena de pizzas— y su socia —repostera—, ambos de nacionalidad peruana y radicados en Chile, empezaron a hacer pruebas de cookies y crearon una cuenta en Instagram. “Se empezaron a vender muchas y decidimos abrir una dark kitchen en Gerónimo de Alderete”, cuenta Gayoso. En febrero de 2021 se instalaron con un food truck en el Parque Bicentenario. En diciembre del mismo año abrieron un local en Providencia y en diciembre de 2023 en el Mercado Urbano Tobalaba (MUT).
“Muchas galleterías en Instagram venden copias malas de Levain (tienda neoyorquina famosa por sus galletas de nueces con chips de chocolate), cuando lo mejor que tiene Nueva York es la fusión de culturas y sabores”, dice Alejandro, y explica que los productos de Cookie Lab intentan reflejar sus orígenes e influencias, así como también los ingredientes y sabores locales. En su carta tienen cookies de tres leches; de alfajor peruano; de pie de limón; y de tiramisú, por mencionar algunas. Desde $2.600 por galleta.
4. Diseños de autor
Arte en galletas. Así define Camila Andrade, comunicadora audiovisual, influencer (@camilitaelgnomo) y repostera autodidacta, el concepto de El Gnomo, galletería que fundó en 2021 y que se caracteriza por tener diseños variados y muy cuidados, llenos de detalles y siempre de autoría propia. De hecho, una de las premisas de este emprendimiento es que no se copian diseños ya existentes, sino que cada pedido se trabaja desde cero, en conjunto con cada cliente. Camila elabora los diseños en una tablet, a mano alzada, y luego, junto a su equipo —compuesto por su hermana y su cuñada— traducen eso a una galleta, trabajando las consistencias y colores del glaseado. “Para nosotros es como hacer arte, es como pintar. Mi mamá es artista, y a mí y a mi hermana nos llena mucho saber que estamos haciendo algo que llevamos en la sangre, que es como una herencia”, dice Camila. Además, explica que los sabores están relacionados con cada diseño. “Si tiene tonos tierra, hacemos sabores más relacionados al café, a la vainilla. Si es con colores brillantes, los sabores son frutales. Nos damos harto tiempo para probar cosas y jugárnoslas con algo diferente”.
La base de la galleta es la vainilla y se le puede agregar uno o más sabores, como café, maracuyá, mango, champaña, entre otros. Los precios dependen de la dificultad del diseño y la cantidad de colores. Desde $2.000 por unidad o $23.500 la caja de 15 unidades con un máximo de tres diseños diferentes.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.