Hace tres años la cosmética coreana se comenzó a hacer popular en el occidente, y desde entonces sólo ha seguido aumentando sus ventas y los distintos productos que ofrece. Las autoras Lilin Yang, Sara Jiménez y Leah Ganse explican su éxito en el libro El arte coreano del cuidado de la piel, en el que aseguran que se debe al cuidado privilegiado que la sociedad coreana tradicional le ha dado históricamente a su piel.

Una de las fuerzas de lo que conocemos como K Beauty es que además de presentarnos objetos de deseo cosméticos, introdujo una completísima rutina de 10 pasos, que desde hace un par de años miles de mujeres siguen -o intentan seguir- religiosamente. Y aunque se ha hablado una y otra vez sobre estos implementos y rutinas, sigue habiendo dudas y se siguen cometiendo errores que impiden que tengamos los resultados esperados.

La cosmetóloga Vanessa Alaska lo define así: “La rutina coreana es una serie de pasos para el cuidado facial que proviene de Corea del Sur. Algunos de sus beneficios son que la piel luzca radiante y sana. Al principio se trataba de diez pasos, pero con el tiempo se la cantidad de pasos ha ido cambiando caso a caso. La idea es apostar por una salud integral y que el maquillaje sea un complemento, más que una manera de ocultar una imperfección”.

El primer paso es identificar qué tipo de piel tenemos para así dar con los productos adecuados. Dicho esto, las personas con patologías o tratamientos específicos como la rosácea, el acné, la piel sensible y una reacción alérgica, entre otras, deberían acudir a un dermatólogo antes de intentar esta limpieza. Para definir el biotipo cutáneo se sugiere prestar atención a la oleosidad en la zona T. “Si tu piel es mixta o grasa, un producto matificante es el indicado para controlar el sebo”, recomienda la cosmetóloga y agrega: “Si ves parches de deshidratación o la piel presenta resequedad, un producto hidratante podría ser la mejor opción”.

Además, aconseja trabajar las cremas con la regla general de menos a más, es decir, partir por el producto más ligero al más denso para una correcta absorción.

Como comenta la especialista, aunque la rutina coreana se popularizó por sus diez pasos, estos toman bastante tiempo y conseguir todos los productos puede ser caro. Es por esto que propone los siguientes cuatro pasos que, bien aplicados, podrían dar paso a un cambio positivo en la piel:

1. Doble limpieza: Aplicar un desmaquillante de base oleosa o manteca para remover lo que quede de protector solar y maquillaje. Se sigue con un limpiador acuoso, emulsión o gel, para retirar todas las células muertas, polución e impurezas. Las personas con piel grasa o mixta suelen rehuir de los productos oleosos, pero al contrario de las creencias populares, este tipo de limpieza atrae todos los residuos de grasa y sebo acumulados durante el día.

2. Tónico: Este producto aporta una extra de hidratación a la piel y se encarga de balancear el pH que se pudo ver alterado durante la limpieza.

3. Sérum o mascarilla: Mientras que las mascarillas de tela y celulosa ofrecen hidratación intensa gracias a su concentración de sérum, su precio no es conveniente para el uso diario. Déjalas para un día a la semana y el resto del tiempo prefiere un sérum específico para tu tipo de piel.

4. Crema o loción: Mientras que el sérum es el elemento fuerte en cuanto a ingredientes activos y a la penetración de productos en la piel, la crema ayuda a sellar y a evitar la pérdida de agua durante el día. Además, es lo que dejará una sensación suave y fresca.