"Por años, durante la juventud, vivía con la conciencia dormida. El straight edge es una invitación a tener la conciencia siempre despierta, atenta a lo que estás haciendo, al impacto de tus acciones.
Soy straight edge vegan: no tomo, no consumo drogas ni tengo sexo promiscuo, porque hace seis años decidí controlar en todo momento mis actos y su impacto. Cuando empecé a vivir sola se abrió un mundo. Descubrí que habían muchos lugares veganos para comer y una comunidad dispuesta a compartir sus datos y descubrimientos. Hay harto mutualismo.
Creo que la once ocurre cuando uno se da el espacio y el tiempo para reunirse, porque la once es una forma de amor. Es un regaloneo contigo mismo o para otros. Hay algo familiar en ese cariño expresado a través de la once y esa mística de la luz que te dice que la energía del día ya se está tranquilizando.
Tomo once entre cinco o seis de la tarde y la marraqueta con palta es mi gran clásico. Hoy la como con té y en el verano lo cambio por jugos de fruta o aguas que hidraten más. Una once óptima tiene las dos cosas, dulce y salado, así que si me produzco compro un dulcecito, una tarta de chocolate o un cheesecake de mora vegano. A veces hago hummus con perejil.
La once en la casa de mi mamá era distinta, era flexible y más tardía. Uno elegía tomar once o comer, pero todo ocurría al mismo tiempo. Podía haber mermelada y también cosas que sobraron del almuerzo y le venían bien al pan. Pero si era tu cumpleaños, en la mesa había té y completos hechos en casa".
Victoria Gallardo tiene 26 años y es diseñadora.