La situación actual nos obliga al confinamiento, la distancia social y el cuidado. Todas son medidas preventivas con las que podemos contribuir a prevenir el contagio del Covid-19. Pero el Oráculo también nos recuerda que tenemos que ser empáticas con las demás. No por cuidarnos a nosotras debemos olvidarnos del resto.
La activista e investigadora Erin Brockovich trabajó muchos años a la sombra de hombres, ignorada por grandes compañías e incluso por las personas que la rodeaban. Ella tenía una certeza: había una asimetría entre los vecinos del pueblo de Hinkley en California y una empresa de gas eléctrico que contaminaba las aguas del lugar. Y nadie hacía nada.
Lo que movió el corazón de esta mujer fue ayudar a personas que no tenían las herramientas ni el tiempo para poder ayudarse a ellos mismos. Y por eso el Oráculo la rescata y nos la trae de vuelta como una figura inspiradora: para recordarnos que –ahora más que nunca– debemos pensar en nuestro cuidado y simultáneamente en el de los demás.
Esta es una tarea transversal, que no tiene sesgo social, político ni etario. Es algo que podemos hacer a diario, siendo consideradas y cariñosas en todo lo que hacemos. "A medida que envejezca voy a seguir dando la lucha. Ya no como una mujer joven, sino como una vieja, pero con la misma energía", ha dicho Erin.