El panic partnering es un concepto que, desde hace poco tiempo, está comenzando a tomar relevancia en el campo de la salud mental. Incluso cuando se trata de un fenómeno que probablemente ha existido desde siempre. Y es que la presión social que recae sobre las mujeres por ser madres o conformar una familia tradicional puede haber disminuido en las últimas décadas, pero sin duda estos imperativos fueron reemplazados por nuevos ideales de lo que una mujeres exitosa debiese ser y tener: capaz de proveer para sí misma, ser independiente y autosuficiente, destacar en el mundo laboral o académico, ser una buena hija, hermana y, para quienes eligen esta ruta, una buena esposa y madre.
Y si bien la mayoría de los dictámenes y presiones sociales que recaen sobre las mujeres hoy pueden cumplirse sin la presencia de una pareja, el mensaje subliminal que recibimos de parte de nuestro círculo social, los medios y la publicidad, nos incita a creer lo contrario: pasando un umbral misterioso que puede estar entre los 30 y 40 años, la gente comienza a preocuparse por esa mujer soltera que parece tenerlo todo menos una pareja.
El panic partnering o emparejamiento causado por miedo es precisamente lo que ocurre cuando una mujer, a cualquier edad, se convence de que esas voces que le dicen que “ya se está pasando el tren” son ciertas. Desesperadamente comienzan la búsqueda de alguien que pudiese ser ese compañero, pieza clave que estaría faltando en sus vidas. Muy parecido al dicho popular “la que anda con el vestido de novia en la cartera”, el panic partnering hace referencia al fenómeno de buscar pareja solo por el miedo a la opción contraria: estar soltera. Y las consecuencias que de forma arbitraria se le asocian a esa soltería: sin hijos, sin familia, una vida en completa soledad.
La psicóloga, terapeuta de parejas y sexóloga Jessika Khrone de @Centro_psicología global explica que el panic partnering es un concepto que en Chile es muy poco usado todavía. “Se refiere a emparejarse con alguien solo por el miedo a quedarse sola. Y hoy en día, las mujeres cada vez buscan menos una pareja por este motivo”, comenta la especialista. “Las mujeres están mucho más empoderadas y privilegian el trabajo, viajar con amigos y lograr un crecimiento económico antes de emparejarse con una persona y menos con una de la cual no están seguros si es la persona correcta”.
Y es precisamente en este último punto que menciona Jessika donde radica la clave —y quizás el aspecto más nocivo— para hombres y mujeres del panic partnering. “Tengo mujeres en mi consulta entre 30 y 38 años sin una pareja estable y muchas con bastante ansiedad, ya que que desean ser madres en algún futuro cercano, comenta Jessika. Sin embargo, la maternidad no es lo único que las apremia. La especialista aclara que existe una gran preocupación por encontrar a esa pareja “correcta” para formar una familia a futuro. “En ese caso, muchas mujeres, especialmente las que están en un estrato social económico más alto, optan por congelar ovulos, explica Jessika. “Ese procedimiento les disminuye bastante la ansiedad de tener que buscar pronto una pareja para formar una familia. Ese fenómeno, el miedo a no encontrar la pareja correcta, se ve muy poco en hombres, ya que ellos biológicamente están en ventaja frente a las mujeres para tener hijos a futuro”.
Y precisamente, el concepto de panic partnering surgió de la mano de la posibilidad de prolongar la vida fértil de las mujeres. En 2018 un paper publicado por especialistas del Center for Reproduction Research de la Universidad De Montfort en Leicester, Reino Unido, estudiaba las motivaciones de las mujeres para someterse a procedimientos de criopreservación de ovocitos maduros o como se conoce fuera del miundo médico, congelamiento de óvulos. En 2018 el artículo Women’s experience of social egg freezing: perceptions of success, risks, and ‘going it alone’ presentado por las investigadoras Kylie Baldwin y Lorraine Culley explicó que el pánico por emparejarse es el acto de decidir de forma ingenua iniciar una relación de pareja con alguien que bajo circunstancias normales probablemente no hubiésemos elegido, con el único objetivo de lograr ser madre o padre de un hijo biológico.
Los lineamientos del panic partnering fueron entregados por este estudio en el contexto de los procedimientos de fertilidad asistida. Específicamente a raíz del estudio de causales no médicas que llevan a mujeres a decidir realizar criopreservación de ovocitos maduros o congelamiento de óvulos. A partir de los análisis y encuestas conducidas por los especialistas, el no haber encontrado una pareja idónea es la primera causal que lleva a mujeres sanas pero ya mayores de 30 años a evaluar la preservación de sus óvulos.
Y si bien el concepto de panic partnering se ha desarrollado de la mano de procedimientos de fertilidad asistida, específicamente la criopreservación de óvulos, la presión por ser madres está lejos de ser la única causal de panic partnering. El panic partnering habla de un fenómeno poco abordado pero que, en la práctica, todavía especialistas en terapia de pareja y quienes trabajan con mujeres solteras sí observan en consultas. Por eso la dinámica de emparejarse desde el miedo a estar solas o no poder llegar a ser madres es algo que no solo debiese estudiarse con más atención desde el aspecto académico sino que también debiésemos ser capaces de observar e identificar en nuestras propias vidas.
Porque si bien la tecnología y los avances médicos han permitido extender la ventana de la fertilidad para que las mujeres que así lo deseen puedan optar más tarde por el camino de ser mamá, ésta está lejos de ser la única razón por la que las mujeres entran en un estado de panic partnering. Sobre todo hoy en un mundo en el que la presión social por encontrar “a la media naranja” ya no se muestra tan abiertamente como en otras épocas pero que sigue siendo una expectativa muy fuerte que, de forma subliminal, se le comunica a mujeres de todas las edades y a diario.