Hace poco más de un mes, Sofía Garcés, chilena que hace algunos años vive en Estados Unidos, tuvo a su segunda hija en Nueva York. Exactamente 24 horas después del parto, fue dada de alta para irse a su casa. Historias como la de ella se repiten cada vez más y son parte de un fenómeno cada vez más común: se trata de lo que se conoce como partos ambulatorios.

En 2018 fue ampliamente comentada la imagen de Kate Middleton con el príncipe William de Inglaterra presentando a su tercer hijo y de alta siete horas después de haber dado a luz. Con su segunda hija, se había ido a su casa después de tan solo nueve horas.

El Reino Unido es quizás el país más conocido en lo que se conoce como partos ambulatorios o partos sin ingreso hospitalario y las estadías posparto promedio fluctúan entre 6 y 24 horas. Pero también hay otros países como Suecia, Alemania, Austria, Holanda, Islandia, Canadá, Irlanda y México donde se ha instaurado esta tendencia con tiempos promedio de entre 24 y 48 horas. Hace un tiempo este fenómeno también llegó a Chile, donde, por ejemplo, la Clínica Alemana de Santiago comenzó a implementarlo en 2019. Probablemente este fenómeno solo irá en aumento en los próximos años.

La experiencia de Sofía, dice, fue buena. “Estaba mentalmente lista para irme a mi casa”, indica. Dos años antes, en 2021, había tenido a su primera hija en Nueva York, pero esa vez fue cesárea y también, como era pandemia, estuvo hospitalizada tres noches. En ese entonces, y producto del Covid, el ambiente en el hospital era tenso, con pacientes y escasos visitantes sometidos a muchísimas restricciones. “Como mamá primeriza tenía ciertas aprehensiones de irme a mi casa por si algo se complicaba, pero recuerdo el alivio que sentí al llegar a un lugar seguro y relajado, donde no se nos estaba constantemente cuestionando y restringiendo. Por primera vez sentí que podía descansar”, señala. Agrega que, por eso, en este segundo parto quería irse lo más pronto posible del hospital, y aunque le ofrecieron quedarse más tiempo, optó por no hacerlo. “Confiaba en mi equipo médico y me sentía lista para llegar a mi casa”, indica.

Una costumbre que cuesta cambiar

La Clínica Alemana es uno de los centros hospitalarios en Chile que vienen implementando esta tendencia desde 2019, de forma paulatina y continua. Según señala la doctora Francisca Bocaz, ginecóloga de la urgencia gineco-obstétrica de la clínica, hoy la estadía promedio después de un parto es de 2,5 días y en cesáreas de 3,3 días. “Partimos con estadías 3 y 4 días, respectivamente”, dice. Lo anterior, a simple vista puede parecer poco, pero la realidad es que representa una disminución de alrededor de 12 horas de hospitalización, lo que es alto.

La especialista comenta que los tiempos tradicionales de estadía posparto son los que dicta la lex artis de la práctica obstétrica: 48 horas en el caso de los partos normales, y 72 horas en el caso de las cesáreas. Estos tiempos son también los que establece la Norma General Técnica para la Atención Integral en el Puerperio, del Ministerio de Salud. “En el mundo privado y en la clínica, sin embargo, por cultura o costumbre atávica -tanto del equipo médico como de nuestras pacientes- los tiempos de estadía postparto tendían a ser sustancialmente mayores. Como mencionamos antes, las pacientes se quedaban en promedio 1 día más hospitalizadas”, señala. Y agrega que la nueva modalidad de atención busca avanzar hacia las metas de 48 y 72 horas haciendo uso racional de los recursos, a la vez que mantiene como objetivo central ser una maternidad de excelencia e innovadora y brindar una experiencia segura y satisfactoria para los padres y sus recién nacidos.

El modelo es conocido en la Clínica Alemana como “Alta Segura”, y se aplica a madres y recién nacidos que cumplen con ciertos criterios para poder irse de alta. Asimismo, extiende los cuidados clínicos al periodo posnatal mediante atención telemática de lactancia y control neonatológico precoz. La doctora Bocaz comenta que, como parte del seguimiento del Alta Segura, “usamos indicadores de seguridad y calidad de la atención como porcentaje de la re hospitalización de los recién nacidos antes de los 10 días de vida, en los 40 días post parto y consulta de urgencia antes de los 10 días de vida. En todos ellos nos hemos mantenido siempre por debajo de lo que son los estándares internacionales”.

Beneficios

Esta modalidad en donde las mujeres pasan el menor tiempo posible hospitalizadas en el postparto se ha dado a nivel global principalmente por la presión que existe en el mundo de la salud respecto de la contención de costos, los que han ido creciendo en las últimas décadas, según explica la doctora Bocaz.

No obstante, estos modelos de alta temprana funcionan solamente cuando van de la mano con un sólido sistema de atención domiciliaria realizado por enfermeras o matronas. “En nuestro caso, propendemos a encontrar un balance entre la eficiencia en el uso de recursos y la experiencia y calidad de atención que reciben nuestros pacientes”, comenta.

Con todo, los beneficios del parto ambulatorio son varios. Primero, permite que la familia se reúna antes, lo que favorece también el apego, la participación de la pareja en los cuidados del recién nacido, y también disminuye la rivalidad entre hermanos. También, mejora el descanso y el sueño de la madre, al no estar esta expuesta a las rutinas de atención hospitalaria.

Pero no solo eso. Un alta hospitalaria de menor tiempo influye también en una menor exposición tanto de la madre como del recién nacido a las infecciones intrahospitalarias, y aumenta la autoconfianza materna en los cuidados del bebé. Asimismo, favorece la lactancia materna a libre demanda.

Sofía Garcés señala que este tipo de medida le parece eficiente cuando un parto ocurre sin mayores complicaciones, y permite abaratar costos tanto para el paciente como desde un punto de vista estructural, dado que las camas de liberan antes, hay menos personal utilizado, entre otros.

Sin embargo, cree que una de las desventajas de este modelo es que un menor tiempo de recuperación puede generar aprensiones en madres -especialmente primerizas o que no cuentan con suficiente apoyo en su casa-, que no se sienten listas para enfrentar la maternidad por sí mismas o que temen potenciales complicaciones para ellas o el recién nacido. “Más tiempo y ayuda de equipos médicos sin duda puede ayudar a generar confianza y preparar el retorno a casa”, dice.

Interés al alza

Sofía cree que esta nueva modalidad es un paso en la dirección correcta hacia un sistema más eficiente en el caso de partos sin complicaciones. “Ahora, esto requiere un cambio cultural importante ya que en Chile se espera que la recuperación postparto sea más larga. Creo que la gran pregunta aquí es cómo ir avanzando hacia partos más ambulatorios y, al mismo tiempo, entregar herramientas de preparación y apoyo para un retorno más temprano a casa”, comenta.

Desde Clínica Alemana, consideran que el interés por sumarse a esta tendencia irá en aumento. Lo anterior, señala la doctora Bocaz, porque hay un grupo importante de pacientes que buscan una atención que respete los procesos naturales o fisiológicos del parto y el puerperio. “Este grupo crece día a día y es uno de los cuales adhiere con fuerza al concepto de estadías postparto más abreviadas”, señala. También dice que está el grupo de pacientes extranjeras que culturalmente ya están habituadas a estas prácticas. “Podemos ver cómo este cambio cultural se da en múltiples sentidos, desde la institución y sus colaboradores, pero también las mismas usuarias impulsan los avances”, dice.