Patricio Araya, "La mujer tiene que preocuparse de estar impecable"

En su Mejillones natal era un buen alumno al que sus compañeros, que optaron por Leyes o Ingeniería, le quitaron el saludo cuando decidió dedicarse a la Peluquería. Hoy, es uno de los estilistas más respetados por cuyas manos ha pasado la cabeza de cientos de artistas y animadoras del Festival de Viña.




Paula 1133. Sábado 26 de octubre 2013.

¿A qué edad surgió en ti la pasión y la vocación de ser peluquero?

Yo empecé a los 11 años. Soy de Mejillones y me inicié en Antofagasta. Era una época en que las mujeres con mucho dinero no trabajaban, sino que ellas se dedicaban a estar lindas para sus maridos. Hoy, el mundo ha cambiado y, como las mujeres trabajan, andan buscando la cosa rápida, que no les ocupe tanto tiempo. Pero en la época en que yo empecé las mujeres se maquillaban y peinaban en las peluquerías e iban día por medio sagradamente. Se hacían moño, se sacaban las pestañas y se ponían nuevas, se maquillaban y se hacían las manos. Todo eso, día por medio.

¿Es cierto que tú hacías con tus manos pestañas y postizos? Porque me imagino que había menos acceso, era más difícil encontrar esos productos.

Claro, en esa época no estaban las pestañas importadas. Yo las hacía a mano y me acuerdo que me enseñó un peluquero de Tacna en el Perú. Se hacían con pelo natural, había que tejerlas y después venía la encrespada con líquido permanente. Eran muy finas y clientas mías las guardan hasta hoy porque duran mucho.

¿Por qué te ibas a Tacna? ¿Era más avanzado que Chile en torno a la peluquería?

A Tacna iban los peluqueros famosos de Lima. Yo me instalaba al frente de la vitrina de la peluquería mirando cómo arreglaban a las novias. Me quedaba horas mirando cómo trabajaban hasta que un día me dejaron entrar y empecé a aprender.

Pato, ¿y qué observas de las mujeres chilenas hoy día? ¿Cuáles son sus principales preocupaciones, sus grandes penas?

Uno de los más graves problemas hoy es el tiempo: andan corriendo, siempre apuradas. Pero se preocupan mucho del cuerpo, invierten en ponerse pechugas, hacerse lifting, lipoaspiración. Y las que no pueden o no se atreven, le dedican mucho al gimnasio y están tanto tiempo en el gimnasio que el marido se les termina arrancando.

¡No te puedo creer!

Claro, y por otro lado el hombre trabaja mucho y sucede que andan alrededor de él todas estas chiquillas nuevas, porque la nueva juventud es mucho más agresiva. Por eso es que la mujer tiene que preocuparse de estar impecable.

Pero es súper paradojal lo que dices: mujeres estresadísimas por mantenerse jóvenes, lindas, pero los maridos las dejan igual.

Claro. Las mujeres adultas se arreglan tanto porque antes una chica de 16 era de 16 años y ahora, en cambio, es como de veintitantos y anda a la conquista.

¿Es verdad que tú eras experto en el torniquete? A falta de cirugía estética era "la" técnica para estirarse la cara.

Sí, y todo empezó con la Sophia Loren. Ella era mi ídola y en un libro sobre su vida contaban que para almendrarse más los ojos se los estiraba con unos elastiquitos. Entonces, empecé a probar esa técnica.

Eres increíblemente busquilla.

Claro, imagínate que en esa época no existían los elásticos, entonces me las ingenié para sacarlos de las pelotas de golf, que tienen unos elásticos chiquititos. Hacía las rodelitas y estiraba, y ahí descubrí que también podía estirar los pómulos, la frente, el cuello.

¿Y lo sigues haciendo?

Sí, es como el lifting express. Cirugía express, para no decirle los torniquetes.

Es decir, si quiero ir a una fiesta "estiradita", ¿tengo que ir a visitarte?

Algunas me llaman de Antofagasta y me dicen: "Pato, mira yo tengo un matrimonio, pero quiero ir espectacular: hazme los torniquetes aunque me duela la cabeza, me tomaré un remedio, pero quiero que todas miren y digan que fui al cirujano".

Y en medio del bailoteo, ¿no se suelta un torniquete?

No, es a prueba de pelea, puedes agarrarte hasta de las mechas con alguien y no se sale.

Y tú, ¿has entrado al quirófano alguna vez a arreglarte un detallito, o no?

Yo al quirófano he entrado por el corazón y las várices. Pero para otras cosas, me da julepe.

"Las chilenas se ponen pechugas, se hacen lifting. Y las que no pueden o no se atreven, le dedican mucho tiempo al gimnasio, tanto, que el marido se les termina arrancando".

¿Siempre fuiste un autodidacta o estudiaste?

Cuando llegué a Santiago y gané mi plata, me fui a estudiar a Londres, a París, a Roma, a Barcelona. Pero mis comienzos fueron autodidactas. Me puse a cortar el pelo con lo que había aprendido de mi abuelo Araya, que era mecánico tornero y, para ganar unos pesos extra, cortaba el pelo. Su especialidad también eran los bucles con los fierros calientes que él mismo había hecho y que yo los conservo hasta el día de hoy. Por eso en mi casa todos sabíamos cortar el pelo, pero nadie más se dedicó a la peluquería; yo soy el único.

¿Hubo oposición familiar a tu decisión de ser peluquero?

Por el lado de mi madre sí, porque yo era buen alumno en el colegio. En esa época ser peluquero, ser bailarín era muy fuerte. Imagínate que mis compañeros del colegio me quitaron hasta el saludo. Todos los compañeros míos eran abogados, ingenieros, arquitectos, entonces, cuando el Pato Araya decidió ser peluquero fue como que no les gustó mucho.

¿Aún te gusta el Festival de Viña o eres de los que piensa que ya no es el de antes?

Es una fiesta que Chile necesita, en todos los países hay un festival para cerrar la temporada y siempre hay críticas, pero es parte de lo mismo. A mí me encanta, y continúo siempre ligado a él, a veces peinando a las animadoras, o al jurado. El festival sigue siendo el festival.

¿Te gusta la farándula?

No me gusta la farándula rasca. Encuentro poco ético las chicas que hacen cosas feas por estar en la pantalla, y ahora le dan la oportunidad de salir en pantalla a la gente que tiene otra crianza, otra manera de ser. Ese es un costo de la farándula de hoy.

Eres íntimo de la Raquel Argandoña, ¿qué te pareció que hiciera ese reality con su familia que fue tan polémico?

Había mucha gente alrededor que no quería mucho que la Raquel hiciera el reality. Ella estaba interesada en hacerlo, pero hubo muchos problemas dentro, de libreto. Creo que se pudo haber hecho mejor, haberlo realzado, pero yo creo que le faltó al reality de la Raquel.

¿Sigues siendo su peluquero y estilista?

Sí, siempre, somos amigos con la Raquel de toda la vida y para toda la vida.

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