Del Europeo al carrito
Una vez finalizada la pega, a eso de las 2 de la mañana, el ex chef del restorán Europeo, Gabriel Layera, parte al Glotón Lucho (Samurái 1388), un carrito ubicado en el paradero 14 de La Florida. "Me como uno o dos as, un completo que en vez de salchicha lleva trozos de churrasco. Cruzo Santiago para llegar allá porque está abierto tarde y es muy bueno. Si no, parto a Desmadre (Providencia 1670), en galería El Patio, cuya cocina cierra tarde y su chef peruano prepara recetas muy buenas. Pido Carpaccio de locos con piñones árabes ($ 5.000)".
Los datos de Tomás Olivera
"Lo más más más temprano que salgo es a las once de la noche", cuenta Tomás Olivera, chef del restorán Adra, del hotel Ritz. "No cambio mucho mis picadas porque soy mañoso. Soy cliente frecuente del Ópera Catedral (José Miguel de la Barra esquina Merced), donde pido vodka tónica. Cierra a las 02:00 am en la semana y a las 04:00 am viernes y sábado. En el Liguria (Providencia 1373) pido mejillas de congrio al pilpil ($ 4.500) o el nuevo sándwich de plateada. Y, en el Ciudad Vieja, (Constitución 92, Bellavista) me pido el de ají de gallina ($ 3.000)".
Los chinos de Vicuña Mackenna
El peruano Óscar Gómez, ex chef del Astrid y Gastón y socio ahora del novedoso Astoria, suele partir con su equipo al restorán chino Xing Shung (Vicuña Mackenna 8835, La Florida, fono 262 2601), donde se come comida china a la usanza oriental: con una rueda de cristal al centro de la mesa. Los garzones –chilenos– van colocando platos y la rueda gira mientras los comensales se sirven. Como buena picada, los platos promedian los $ 2.000 y la cocina cierra a las 4 de la mañana. Es frecuentado por chinos radicados en Santiago, dueños de restoranes orientales y funcionarios de la embajada china. Gómez se guía por las sugerencias de la casa, como el pato laqueado y trozado, que se unta en salsa de tamarindo; las empanadas de harina de arroz rellenas de camarones y las patitas de pollo. Todo esto, bebiendo té rojo en tacitas.