Plogging: La mezcla perfecta entre el deporte al aire libre y el cuidado del medioambiente

plogging paula



Fue durante el 2016 en Estocolmo, cuando una página web llamada Plogga comenzó a reunir voluntarios para participar de un peculiar deporte: correr y recoger basura en el camino. El plogging fue fundado por el sueco Erik Ahlstrom tras observar cómo su país se llenaba cada vez más de basura. Su solución resultó en una mezcla entre las palabras jogging o correr y plock upp o recoger, en sueco. Desde entonces esta tendencia fitness con conciencia social comenzó a propagarse alrededor del mundo, incluyendo Chile.

Carolina Ilabaca es una de las participantes de esta disciplina a nivel nacional, y llegó a ella a través de Facebook. Es apicultora, y por su profesión siempre ha sentido una conexión con la naturaleza y su cuidado, por lo que cuando conoció el plogging su forma de hacer deporte cambió radicalmente: “A veces salgo solo a trotar, pero en la medida que voy encontrando basura no puedo dejar de recogerla”.

Ahora, esta actividad no solo combina trotar y recoger basura, también se puede practicar caminando, remando, en patineta, bicicleta o lo que las personas prefieran, para así complementar su deporte favorito con el cuidado de los entornos naturales.

El fotógrafo Rafaelo Roasenda, ya practicaba esta disciplina mucho antes de enterarse del concepto, fundando incluso un proyecto durante el 2020 llamado Guardalago. Rafaelo vivía en Puerto Varas y en la medida que recorría diferentes entornos naturales en su bicicleta, comenzó a percatarse de la gran cantidad de colillas de cigarro olvidadas. Fue así como de a poco empezó a recolectarlas, para luego sumar otros residuos.

“Me propuse conservar estos lagos de la manera más divertida y amigable posible. Sorprende la gran cantidad de basura de todo tipo que se encuentra en riveras de lagos, como también en otros entornos naturales. Basura como refrigeradores, tarros de pintura, ropa interior, mascarillas, materiales de construcción, jeringas, entre muchos otros más”, explica.

Más allá de limpiar y recoger basura, Rafaelo ve esta actividad como una forma de dar el ejemplo, y espera que en el futuro su experiencia y la de otros pueda ser compartida en charlas, dinámicas grupales y exposiciones, incorporando arte y deporte.

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