Un 40% de las adolescentes refiere haber recibido comentarios, burlas o chistes sobre su cuerpo, aún cuando sabemos que escuchar comentarios del cuerpo de uno mismo y/o de otros simplemente duele, hace daño, nos lleva a la inconformidad corporal y a la constante comparación.
Ha llegado el momento de erradicar de las conversaciones el juicio espontáneo de comentar del cuerpo o aspecto de otras y otros, porque la gente ha normalizado este hábito, satisfaciendo su creencia de que comentando tendrá un efecto positivo y beneficioso en ello. Sin embargo, no sabemos cuán profundo pueden llegar nuestros comentarios, esos que consideramos como inocuos en nuestra mente. Y es que nunca hemos dimensionamos el daño que pueden causar y la cascada de emociones y pensamientos que generamos en quien los recibe, que en algunas casos son los desencadenes de trastornos de la conducta alimentaria y la depresión.
Cuando comentamos sobre el cuerpo de otros, también estamos invalidando límites de su intimidad y pasando a llevar el respeto hacia todos los cuerpos. Y así vamos poniendo el físico por sobre la salud mental y el bienestar emocional de otras y otros.
Es importante destacar que esto no solo afecta a quién va dirigido, sino que vamos educando a nuestras niñas y niños alrededor. Niñas y niños que asimilan todo lo que está sucediendo y que lo internan como verdades absolutas. Un simple comentario como; “te ves más flaca” lleva a la comparación. O decirle a alguien “has ganado peso” nos lleva a la obsesión de volver a ese cuerpo anterior. Y así se va agrandando esta necesidad de encontrar validación en toda instancia.
Hay comentarios que nos pueden llevar a dudar de nosotras y nosotras, a invalidarnos y sentir la necesidad de tener que hacer trabajo terapéutico respecto a creencias e ideas que tenemos de nosotros mismos.
Estamos tan afectadas por la cultura de la delgadez, que es más gratificante escuchar “estás delgada” a " te ves linda”, perpetuando la creencia de que estar delgada es sinónimo de estar bien. El escalón inicial para comenzar con la lucha insaciable y destructiva de alcanzar cierta delgadez, sintiendo como un logro de pertenecía y validez social.
La invitación es a desafiar hábitos y creencias insertos en nuestro inconsciente. A cuestionarnos hacia dónde van y qué es lo que queremos aportar con esos comentarios. Es momento de hablar más del ser que tenemos frente, de validar su sentir y de ir mas allá del cuerpo.
Camila es Nutricionista – Health Coach. Instagram: @camilaquevedot