Por años nos hemos lavado el pelo con un champú que viene en un envase plástico, aumentando residuos y costos asociados. Pero el champú en barra le ha dado la pelea a los envases, conquistando a más usuarias no solo por ser ecológico, sino porque logra buenos resultados en el cuidado del pelo. Tanto así, que varias marcas internacionales de cosmética ya han lanzado sus propias versiones.
Pamela Atenas, química farmacéutica de la Universidad de Chile y creadora de la marca chilena Be Simple, explica que estos champús son mezclas de surfactantes sólidos o agentes limpiadores en una alta concentración (70%) más aceites vegetales, mantecas y activos en polvo, que no necesitan agua en su fabricación, de ahí que sean waterless (sin o bajo contenido de agua).
Para ella, uno de sus principales beneficios que tienen sobre los tradicionales es su eficiencia. “Una barra puede rendir 90 lavados, en otras palabras, tres meses en donde evitas comprar botellas ya que nuestros envases son de papel y cartón. Es un producto 100% sostenible, sustentable y biodegradable porque utilizamos ingredientes de origen natural o vegetal”, dice.
En cuanto a la formulación, la gran mayoría de estos productos de fabricación artesanal son veganos y 100% naturales. Pero siempre hay que revisar los ingredientes: “en un champú sólido también se pueden usar parabenos y químicos dañinos con el medio ambiente”, dice Joaquín Raga, de la empresa Vale y Raga que formó junto a Valentina Gómez.
“Muchos clientes llegan con muy bajas expectativas, pensando que son malos. Y es que los en barra no son per se mejores que los tradicionales, hay algunos de pésima calidad que dejan el pelo horrible. Nosotros llevamos años mejorando nuestras fórmulas bajo dos principios: la calidad y un aspecto medicinal, es por eso que tenemos varias fórmulas diseñadas a partir de la naturopatia y que funcionan para problemas como picazón, caída del cabello o dermatitis”, agrega Joaquín.
Romero, ortiga, manzanilla y nuez son algunos de los activos que usan por ejemplo en En Barra, emprendimiento con base en Pucón. “Los champús en barra que fabricamos tienen ingredientes naturales de primer nivel y privilegiamos los activos locales como el maqui por ejemplo”, explica Nathalie Hernández, su fundadora.
Un tema que genera dudas es la espuma que tiene y si realmente “limpian” el pelo. Pamela Atenas explica que no es la espuma la que limpia el pelo, sino el tensioactivo (sustancias que modifican la tensión superficial del agua y que se usan en jabones y detergentes). “Nuestros champús hacen bastante espuma, pero ésta es secundaria al efecto del tensioactivo, que es el ingrediente clave que tiene la propiedad de limpiar o arrastrar la suciedad por su característica de tener moléculas que tienen una parte lipofílica (que se une a las grasas) y una parte hidrofílica (que se une al agua y arrastra la suciedad)”, dice.
¿Acondicionador?
No solo hay champús, también acondicionadores. La clave es mojar la barra un par de segundos antes con agua caliente para que se ablande, luego se frota directamente desde la mitad del pelo, se deja actuar por un par de minutos y desenredar si es necesario.
¿Cómo cuidarlos?
Para que su vida útil sea lo más larga posible, es clave mantenerlos en un lugar seco. Si queda en contacto con la humedad, se empezará a deshacer. Para esto hay jaboneras que permiten que escurra el agua o envases de lata para dejar que se sequen hasta el nuevo uso. Otro consejo es dejarlos secando en la ventana o, si se usan para ir al gimnasio, secarlos con la toalla.