Paula.cl / Fotografías: Carolina Vargas y Alejandro Araya
Escritores, periodistas y amantes de la literatura asistieron este jueves a la Universidad Adolfo Ibáñez donde se celebró la premiación del Concurso de Cuentos Paula 2017, que tuvo como ganadora a Macarena Araya con su cuento Los huesos, que relata la historia del viaje de una niña y su madre, y qué pasó con los huesos de su abuela muerta después de un terremoto en el norte de Chile.
El cuento ganador –que fue elegido entre más de 500 textos por un jurado de primer nivel compuesto por la escritora argentina Samanta Schweblin, Nona Fernández, autora de La dimensión desconocida (2016) y Paulina Flores– es parte del libro que lleva por nombre Los huesos (Alfaguara), junto a los otros 10 cuentos finalistas.
"Si tuviese que decirles algo a los autores hoy es que sigan escribiendo, que el trabajo es solitario pero que es importantísimo. Vivimos tiempos raros, intensos, que requieren de gente que detenga el tiempo y lo ponga en un libro para reflexionar. Los libros son cápsulas del tiempo y se quedan ahí detenidos en esta vorágine que es el día a día. Este premio es una invitación para que todos ustedes sigan en esto, para que prosperen en la lectura, para que crean en la escritura y en su importancia. En estos tiempos pareciera que todo el trabajo artístico no es importante, pero sí lo es. Los que estamos aquí sabemos que es súper importante. Sigan escribiendo porque los necesitamos", dijo Nona Fernández en la ceremonia.
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Constanza López, directora de revista Paula entregó el premio a Macarena Araya, que obtuvo el primer lugar.[/caption]
Aquí, las palabras de la ganadora.
"Primero que todo quisiera agradecerle a revista Paula por el concurso por esta importante iniciativa de ya tantos años. Fundamental para que aparezcan nuevas voces, para encontrarse con nuevas historias. Gracias también a la Universidad Adolfo Ibáñez y a Alfaguara, por hacerlo posible.
Quiero agradecerle al jurado por haber seleccionado mi cuento, quiero decirles a estas tres escritoras, a quienes admiro profundamente, que el solo hecho que hayan leído mi cuento, es ya un motivo enorme de alegría. Gracias también por sus libros. Sigan siempre contando las historias que cuentan.
Y, por último, quiero agradecer a la gente que quiero y que me quiere y que hoy está aquí. Gracias por compartir este momento conmigo.
Joan Didion escribió: ¿No cree que la gente se forma según el paisaje en el que crece?
Los huesos, mi cuento, es en parte mi historia, la de mi madre y la de mi abuela. El cuento ocurre en el desierto. Y tiene que ver, como lo dice su nombre, con huesos. En particular con los huesos de mi abuela, que quedaron mirando el cielo infinito del norte, después de que, producto de un terremoto, se destruyera su tumba. Debido a eso, mi madre, tuvo que ir a buscarlos para enterrarlos en Santiago.
Mi abuela Amanda fue, por un momento, como todos esos huesos que están en el desierto esperando ser encontrados por sus familiares.
Cuando vi el documental de Patricio Guzmán Nostalgia de la luz, recordé la historia de los huesos de mi abuela. La imagen de las mujeres buscando los cadáveres de sus familiares, desaparecidos en dictadura, se me apareció varias veces mientras escribía el relato. Y aunque la historia de mi madre, la de mi abuela y la mía no tengan que ver con ellas, ellas estaban ahí.
El desierto, los huesos, los muertos: ¿No cree que la gente se forma según el paisaje en el que crece?, escribió Didion.
¿Cuál es nuestro paisaje? ¿Cuál es el Chile que vamos a escribir?
El cuento ocurre en los años 90 década en la que crecí, cuando daban Los Venegas y veíamos Sailor Moon en Chilevisión. Cuando empezó a llegar el cable y era alucinante prender la tele a las 3 de la mañana y ver que seguían dando programas. Cuando Pinochet volvió a Chile, evitando ser juzgado y se puso de pie, burlándose así de tanto dolor. Cuando después de haber luchado tanto y después de haber perdido a tantos, dejamos que un sistema injusto se instalara, porque teníamos miedo de que volviera el horror, pero también porque nos dejamos seducir por el brillo de la plata.
Ese fue, en parte, mi paisaje de niña. El escenario en el que crecí.
Nuestro paisaje está compuesto por las historias que escuchamos, las de nuestros abuelos, padres, amigos, las imágenes que vemos en el Metro, en las micros, en las marchas, en los supermercados, en las salas de clases, en las noticias, en la calle.
Por eso quiero agradecer a mi madre y a mi abuela, que no conocí, por darme esta historia.
Muchas veces me hago la pregunta:¿Para qué escribo?. Cuando estoy sentada en la mesa del comedor, que es el lugar donde escribo, intentado destrabar una historia que no avanza, me pregunto: ¿Para qué escribo?. Y si tengo algún tipo de respuesta en este momento, sería la siguiente: Escribo para entender el paisaje que habito".
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Pablo Simonetti, comisario del concurso, y Samanta Schweblin, jurado.[/caption]
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La diseñadora gráfica Gloria Pedraza se quedó con el segundo lugar con el cuento
Manos de ángel
. Recibió el premio de manos de Francisco José Covarrubias, decano de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez.[/caption]
El Concurso de Cuentos Paula es uno de los certámenes más esperados de la escena literaria nacional. Desde sus inicios en el año 1968 y su reedición en el 1996, el concurso ha sido cuna para nuevos talentos, como Pablo Simonetti, Javier Argüello, Andrés Gómez, Roberto Fuentes, Daniel Villalobos y María José Viera-Gallo. Este año se realizó con el apoyo de Penguin Random House y de la Universidad Adolfo Ibáñez.
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El libro
Los huesos y otros cuentos
(Alfaguara) reúne 11 relatos de los finalistas y las dos ganadoras de esta versión número 49 del concurso.[/caption]