Entre los difuntos ganadores de este premio figuran, por ejemplo, un joven de 28 años que murió en 1998 en una piscina de Michigan mientras jugaba con sus amigos a contener la respiración. En 1994, ganó un hombre que murió aplastado por una máquina de coca-cola cuando intentaba robar una lata de bebida. Los casos llegan de cualquier parte del mundo al sitio www.darwinawards.com y el único requisito para entrar en competencia es que la información esté rigurosamente corroborada por artículos de prensa o informes oficiales de la defunción. Una vez que se define la lista de nominados del año, la muerte más meritoria se lleva el premio Darwin por votación popular en internet.