Quienes ya vieron todo el contenido de Netflix y otras plataformas de streaming, es altamente probable que también hayan aterrizado en el mundo de los realitys y competencias de maquillaje. Contenido en el que quizás no nos detendríamos en un contexto normal, pero que por estos días entretiene las noches. Algunos muestran propuestas ultra editoriales e imposibles de replicar, pero de todos podemos sacar alguna lección.
Al menos así lo asegura Marcelo Bhanu, makeup artist con experiencia en maquillaje social y editorial, quien revisó los programas más populares. “La gracia es que muestran la realidad de trabajar como maquillador, los tiempos de espera o tiempos muertos, el tener que trabajar bajo presión, no contar con los materiales adecuados para ejecutar un look y tener que resolverlo como sea”.
Para Bhanu, el programa que hay que ver sí o sí es Glow up (Netflix), que cuenta con los jueces Val Garland y Dominic Skinner. Ella es la Directora Creativa Global de L’Orèal Paris y editora de belleza de la British Vogue. Él, Senior Artist para MAC Cosmetics. “En ambas temporadas participan 10 aspirantes quienes compiten por ser nombrados la próxima promesa del maquillaje británico. En este documental se ponen a prueba a los participantes en diferentes situaciones a las que los maquilladores suelen enfrentarse, como trabajar con poco tiempo, ser muy precisos, trabajar en equipo, escuchar al cliente, realizar trabajos básicos de prótesis o efectos especiales”, dice el maquillador.
“Lo que nos enseña es que no por maquillar bien en tutoriales que luego subirás a Youtube eres un buen maquillador”, cuenta. “Las habilidades y técnicas tienen mucho que ver con los procesos creativos y con la real apertura que tengas para conseguir un resultado increíble al momento de maquillar”.
Otro que recomienda es Skin Wars (Netflix). “Es un programa que se dedica al trabajo que hacen los maquilladores y las diversas técnicas ligadas al body painting. Haciendo maquillajes en cuerpo completo, tienen que conseguir resultados realistas o incluso que sirvan para camuflarse en un supermercado”. Conduce Rebecca Romjin y entre sus jurados está RuPaul.
“La gracia de este programa es que nos muestra técnicas más editoriales y mas artísticas, además de utilización de glitter, papel, cartón, lentejuelas y un sinfín de materiales no convencionales”, dice y agrega que hay una versión del programa llamada Skin Wars Fresh Paint, que se dedica a la búsqueda de nuevos talentos en el mundo del body painting bajo la compañía de un mentor.
Un programa que toca otra tecla pero que finalmente se trata de lo mismo es Sociedad de consumo (Netflix). “Aquí se explica el tema del consumo enfermizo que se genera con los nuevos productos o las telas revolucionarias; las normas infrahumanas de trabajo, las millones de toneladas de basura que se crean alrededor del mundo”.
Sin ir más lejos, el primer episodio trata del maquillaje falso y las copias que se realizan, que se pueden adquirir por distintas páginas de internet sin ningún tipo de regulación. “Se muestra el caso de una chica que compra el último labial de moda de Kylie Jenner a un precio mucho más barato que el normal, pero a través de una plataforma alternativa. La chica termina con una infección producto de la silicona industrial que venía en el producto y que hizo que sus labios se pegaran”.
“Creo que lo que se puede sacar en limpio de todos estos programas es que el maquillaje tiene muchas más artistas que solo hacerse contorno y ponerse mucho iluminador”, resume Bhanu. “Es un poco más complejo, porque puedes tener la mejor técnica del mundo pero esta no es suficiente si no tienes habilidades como la creatividad, el constante ejercicio para mejorar los trazos que se convierten en increíbles delineados o encontrar la brocha indicada y así poder mejorar visiblemente tu trabajo”.
Por último, el maquillador asegura: “Viendo estos programas se puede aprender que si conocemos bien los productos y las herramientas seremos capaces de resolver y adaptarnos a cualquier inconveniente que se pueda presentar. Así que a soltar la imaginación y dejarse llevar por las millones de cosas que tu manos y mente te permiten”.