Paula 1102. Sábado 18 de agosto de 2012.

La mirada nostálgica de un arquitecto y los mejores datos de una periodista que le saca el jugo a la comuna donde vive y trabaja. 

*Por Raúl García de la Huerta (60), arquitecto que heredó de su padre –con quien proyectó el desaparecido Bowling de Apoquindo– el nombre, la profesión y el amor por su comuna.

"Providencia ha marcado mi historia. Cuando nací, mis papás vivían en Holanda con Bilbao, con ellos pasé por otras cuatro casas y ahora vivo en Lota con Hernando de Aguirre, en un edificio que se llama Los Ceibos en honor a los dos árboles que quedan de la antigua casa que ocupaba el terreno. Mi papá construyó varios edificios, entre ellos el de Carlos Antúnez con Ricardo Lyon que le encargó mi abuela para vivir de las rentas. Ahí pasé dos años, cuando me casé. La comuna ha cambiado mucho. Yo la recuerdo con menos autos, menos edificios y mucho más variopinta, porque acá vivía todo tipo de gente. Había ciertos sectores más modestos en el sector de Avenida Italia, El Aguilucho, Diego de Almagro con Los Leones, que eran muy pintorescos y me llamaban mucho la atención. En el mismo barrio de uno vivía el zapatero y el gásfiter, había un cóctel social muy interesante. La vida se hacía en la calle, porque en las casas no había piscina y con suerte había un auto. Yo pasaba las tardes donde el Peteco, un zapatero que tenía su taller en la calle El Vergel, y era genial porque llegaban todos los vagos del barrio, se paraban a conversar las nanas, las señoras pitucas llegaban a arreglar sus tapillas. Ahí jugábamos fútbol con mi patota. Era una vida mucho más pueblerina y uno tenía todo tipo de amigos. Siento mucha nostalgia por esa época, porque todo lo aprendías de gente humilde que vivía a tu lado y se daba mucho más respeto hacia las personas de otras clases sociales, sin miedo. Hoy día eso no existe. Creo que todo lo que sé de la vida lo aprendí en esa época. Es un recuerdo imborrable".

Lo mejor de Providencia según Natalia del Campo

La periodista y directora de radio Paula, comparte sus imperdibles en la comuna:

-PLAZA LAS LILAS: "Es la mejor del barrio. Los fines de semana hay funciones de títeres, a veces música en vivo y emprendedores vendiendo cosas".

-PANADERÍA MACHAROAS: "Aquí todo se hace a la antigua, porque atienden sus dueños que cocinan tras bambalinas. La gente hace fila para comprar el pan. Recomiendo las palmeras, las hallullas, las lenguas de gato, los berlines y los pasteles de hoja". Eliodoro Yáñez 2875, a un costado de la plaza Las Lilas.

-EL BARRIO DALMACIA: "Declarada zona típica desde 2008, me encantaría encontrar una casa y vivir acá, por eso siempre doy vueltas por ahí: el cuadrante entre Santa Isabel, Manuel Montt, Emilio Delporte y Miguel Claro. Acá conviven casas de arquitectura neoclásica, art déco y modernistas".