¿Qué busca y por qué es importante la descentralización de la ciencia?

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Más del 70% de las investigaciones científicas financiadas con fondos públicos se desarrollan en la Región Metropolitana. Un 66% de los investigadores del país son hombres. Apenas un 31% de las investigadoras del país –según cifras del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación– cuenta con un doctorado, versus el 69% de sus colegas hombres. A nivel mundial, menos del 30% de los investigadores son mujeres.

Cómo estas, hay muchas otras cifras. Es tal vez por eso –y muchas realidades más que siguen sin ser cuantificadas– que se ha vuelto tan relevante hablar de la descentralización, o des-localización, de los saberes, incluyendo la ciencia y la tecnología.

En el plan de gobierno del presidente electo Gabriel Boric se propuso abrir centros de investigación en regiones, que pretenden estar al servicio de las búsquedas territoriales y que buscan integrar a las comunidades aledañas. Así mismo, la propuesta de la nueva Constitución destaca, a lo largo del texto, la importancia de la descentralización de los saberes y sus múltiples beneficios, que no se limitan únicamente al desarrollo del área, sino que al progreso integral del país.

Porque, en definitiva, lo que busca la descentralización de las ciencias es que se potencien las investigaciones en los distintos territorios para que todas las necesidades y contextos específicos del país sean tomados en consideración. Y para desarrollar eso, no se pueden descartar u omitir otras problemáticas de igual relevancia, tales como la total igualdad de oportunidades para todas y todos y, en consecuencia, la equidad de género.

Y es que se trata, como explican los especialistas, de considerar las diversidades geográficas, territoriales y contextuales; de recoger las necesidades de todas las comunidades y visibilizarlas; de diversificar los estudios y distribuir los recursos; de volver a acercar la ciencia a las personas y tornarla una disciplina menos hermética e inalcanzable; y, finalmente, de ponerla al servicio de las necesidades de cada territorio, para que se visibilicen temas específicos y atingentes a sus necesidades y problemáticas respectivas.

Por lo mismo, no es posible hablar de la descentralización de las ciencias sin hablar de una descentralización fiscal y sin ponerle igual énfasis al desarrollo de la equidad de género. Es, por lo demás, en las regiones donde encontramos la mayoría de nuestros recursos naturales, y por lo mismo las investigaciones se tienen que poder dar ahí.

Aquí, tres especialistas nos cuentan qué implica la descentralización de la ciencia, cómo se la aborda en la propuesta de la nueva Constitución y por qué es tan relevante.

Responde Cristina Dorador, científica, académica de la Universidad de Antofagasta y ex Convencional Constituyente

“La descentralización de la ciencia y los saberes se aborda en varias secciones de la propuesta de nueva Constitución. Cuando hablamos de que Chile es un Estado Regional, lo que estamos diciendo es que las autonomías tanto regionales como comunales van a poder tomar decisiones respecto a sus políticas públicas, considerando sus necesidades respectivas, incluyendo en las que tienen que ver con temáticas de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. Esto se va a poder dar porque va a haber una descentralización fiscal que va a permitir estos avances fuera de la Región Metropolitana.

Por otro lado, la descentralización implica que las regiones también van a tener la posibilidad de crear empresas del Estado, y esto es un avance importante para la generación de empresas de base científica y tecnológica, por ejemplo, que debiesen ser una cuna y una fuerza para poder diversificar la economía, sobre todo en zonas en las que existe una alta dependencia económica basada en la extracción y exportación de materias primas.

Por eso, específicamente en los Artículos 96 y 97 de la propuesta de nueva Constitución, se señala el derecho a los sistemas de conocimiento, que busca que la generación de conocimiento –y sus beneficios– se puedan dar de manera equitativa en todas partes, y esto solo se puede dar descentralizando los poderes, las estructuras y los recursos.

Es de suma relevancia decir que los principios de equidad son parte fundamental de la búsqueda de la descentralización, y que no se puede lograr una sin la otra. Todas las cifras que ya conocemos, y que develan una cruda realidad, se amplifican aun más en las regiones. Por eso mismo, se habla de reconocer los conocimientos y las necesidades de distinta índole –en la ciencia, en las tecnologías, artes y humanidades– y por supuesto de integrar los saberes locales y de los pueblos originarios. Todo esto es un trabajo integral que busca ser un fuerte impulso para des-localizar los conocimientos y fomentarlos en sus respectivos territorios, para poder así comprender las distintas realidades y prepararnos para decisiones complejas como país.

Y ¿por qué esto es importante? Porque es la forma en la que los países avanzan.

Es fundamental incorporar la diversidad humana, territorial y geográfica en la creación de ideas. Estamos frente a una crisis climática sin precedentes y las soluciones van a ser locales, por lo mismo necesitamos fomentar no solamente la educación, si no que también todas las herramientas posibles para que las personas, independiente de su origen o de dónde vivan, puedan tener todas las condiciones para expresarse y desarrollar pensamiento y conocimiento”.

Responde Diego Mardones, astrónomo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile

“Descentralizar la ciencia implica necesariamente contar con la capacidad de tomar decisiones de forma autónoma en las localidades lejos de un centro, como lo es Santiago. Sin pasar por encima la libertad de cátedra, lo que permite la descentralización es que localmente se implementen criterios para favorecer e incentivar la inversión en ciertos tipos de investigación que aborden las necesidades puntuales y específicas de cada comunidad. Por ejemplo, en el sur pueden querer investigar las mareas, el ganado, el hidrógeno verde y en el norte pueden querer focalizarse en temas como la limpieza del agua subterránea de metales pesados, la minería o la astronomía. En las costas se puede querer investigar un tipo de alga o molusco. Si contamos con un sistema de saberes descentralizados, esas decisiones se van a poder tomar en distintas localidades sin la necesidad de una planificación central”.

Responde José Maza, doctor en astronomía con mención en astrofísica y Premio Nacional de Ciencias Exactas (1999)

“Chile tiene que invertir tal vez 10 veces más en ciencia y tecnología como para poder superar la etapa de crecimiento en la que estamos. Y esa inversión tiene que tener un correlato en los territorios. Por lo tanto, no se trata únicamente de descentralizar las ciencias, sino que de crear ciencia en todos los territorios, desde Arica hasta Punta Arenas y Tierra del Fuego, y que esa ciencia tenga una raíz clara en el territorio.

Cada territorio cuenta con una realidad particular, un contexto, un clima y condiciones distintas, por lo tanto hay que desarrollar ciencia desde ahí, con una inversión sustantiva del gobierno central y de todos los gobiernos regionales, para que todas esas realidades sean precursoras de sus estudios y sean tomadas en cuenta”.

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