Paula 1211. Sábado 22 de octubre de 2016.

Se puede encontrar de múltiples marcas en botillerías, almacenes y restoranes de varios países y es cuestión de semanas para que llegue a Chile. El agua negra, con idéntico sabor al de cualquier otra traslúcida, es el resultado de la mezcla de agua purificada y ácido fúlvico, un potente antioxidante. El agua negra contiene 77 minerales (fósforo, hierro, cobre y zinc, entre otros) que producen un pH8, es decir alcalino, que ayuda a regular la acidez del cuerpo. Alta también en electrolitos, es efectiva en la hidratación y mineralización del organismo durante y después del ejercicio.

Fuera del ámbito deportivo, el agua negra ha entrado al rubro de la gastronomía, ya que su alcalinidad permite limpiar el paladar y prepararlo para la cata de platos y vinos.

Creación de las hermanas canadienses Jacqueline y Louise Wilkie, el agua negra nació en 2008 cuando ambas buscaban tratamientos alternativos para palear el cáncer que sufría su madre. Casi por casualidad mezclaron agua de manantial de la reserva forestal Sandiland, en Vancouver, con una tableta de alto concentrado de ácido fúlvico. La composición se volvió negra, lo que no fue impedimento para dársela de beber a la mujer enferma, quien experimentó mejorías en sus niveles de hidratación. Bajo la marca BLK, las Wilkie lanzaron el producto con una fábrica con sede en Estados Unidos.