En las series de ficción a veces encontramos situaciones o fenómenos que se replican a diario en la vida real. Cuando Beck, personaje que retrata la actriz estadounidense Elizabeth Lail en la serie You, conoce al encantador y atractivo Joe, se ve inmersa en un mundo romántico: Él conoce sus gustos, la llena de obsequios y siempre está disponible para atender sus necesidades. Pero sus sentimientos no son honestos, sino que se trata de una conducta obsesiva, que tiene como objetivo la manipulación y control sobre la otra persona.
El love bombing es un “bombardeo amoroso” que busca influir en una persona y cautivarla mediante acciones y gestos románticos exagerados. “La mecánica es que la persona llena de mensajes de adoración y atención al otro de manera persistente, para ser percibido como un alma gemela”, explica la psicóloga clínica Mariana Gangas. Aunque esta sensación de luna de miel puede ser agradable, también podría conllevar un cuadro dañino, dice la especialista: “En un plano real es una adulación permanente al sujeto que puede esconder una estrategia de manipulación”.
Identificar este tipo de “bombardeo” no es fácil, pero hay algunas estrategias para lograrlo. Lo primero, dice la psicóloga, es notar cuando los cumplidos son excesivos, o si el interés por el otro se nota poco genuino: “Hablamos de una persona que inunda de mensajes, flores, regalos, halagos, comentarios positivos o piropos a otra, para que ésta se sienta reconocida y validada frente a los demás”. La especialista destaca que estas personas suelen ser narcisistas y que tienen una habilidad extraordinaria para saber qué decir en el momento adecuado. Quieren que todo sea más intenso de lo normal y lo justifican en que se trata de amor verdadero.
Muchas de las víctimas no se dan cuenta de que están en un círculo vicioso de abuso, dado que es parte del proceso de idealización de la pareja: “Primero es el bombardeo de comentarios positivos, luego el ideal de pareja y en algunos casos, el descarte, que es cuando te sacan de su vida por completo. Esta dualidad funciona como una contradicción, porque alagan con la misma facilidad con la que critican, y esto genera confusión emocional”.
La alabanza permanente hace que la persona desactive su alarma de protección y sea más vulnerable ante estas frecuentes falsas muestras de afecto: “Se produce una activación a nivel cerebral. El cerebro se inunda de una sustancia llamada feniletilamina, que genera sensaciones y modificaciones a nivel fisiológico y que liberan dopamina, la sustancia responsable del deseo y los comportamientos de bienestar. Y también, la oxitocina que es la hormona encargada de dar placer”.
Entendiendo el fenómeno, ¿en qué escenarios se puede dar? “El love bombing se puede presentar en todo ámbito, tanto en el trabajo, familia, colegio o relaciones de pareja. Lo importante es que se siente tan bien este afecto que la persona no tiene como darse cuenta”. La psicóloga ejemplifica con la relación de padre e hija, cuando éste le demuestra con palabras que se siente muy orgulloso de sus logros pero al día siguiente la castiga afirmando que no es un aporte para la sociedad o que es una buena para nada. En el escenario laboral, también es un bullying disfrazado de algo más: “Es común ver este patrón de conducta en el contexto laboral, cuando por ejemplo, un jefe te dice que eres muy responsable y abnegado, destacando tu calidad de profesional, pero días después te despide”.
Frente a esta devaluación, la psicóloga comenta que para las personas que han vivido este ciclo de abuso es normal que piensen que merecen este maltrato psicológico o que está bien ser menoscabadas. “Este probablemente sea uno de los ciclos más devastadores para toda persona, lo importante es atender las secuelas con expertos que manejen herramientas para tratar abusos y traumas”.