A fines del año pasado, la reconocida TikToker Dixie D’Amelio (21) habló durante una entrevista sobre un tema que había capturado su atención cuando se había visto a sí misma en pantalla. D’Amelio, quien tiene más de 57 millones de seguidores en su plataforma de videos, protagoniza también junto a su familia un exitoso reality show. Y fue a través del programa de televisión que logró detectar una condición médica que la afecta hace años pero que, como le ocurre a muchas mujeres, permaneció mucho tiempo sin diagnóstico oficial porque sus síntomas suelen confundirse con otras patologías.
El Síndrome Dísfórico Premenstrual o PMDD por sus siglas en inglés, puede asimilarse al Síndrome Premenstrual pero en una versión mucho más intensa. Una especie de PMS llevado al extremo. Sin embargo, los síntomas premenstruales normales y el Síndrome Disfórico Premenstrual difieren en varios elementos y características, no solo en la intensidad de sus manifestaciones físicas. La Asociación Internacional para Trastornos Premenstruales define el PMDD como un trastorno del ánimo cíclico asociado a desórdenes hormonales. Con síntomas que suelen comenzar durante la fase premenstrual del ciclo y que normalmente disminuyen o se detienen por completo una vez que comienza la menstruación.
Y, precisamente en la definición, está una de las más importantes características del PMDD que lo diferencian de síntomas premenstruales comunes pero intensos. El foco de este síndrome está en el trastorno anímico y las consecuencias que suele generar en términos de salud mental. La matrona integrativa y creadora del Laboratorio de Autoconocimiento Menstrual, Vania Morales @saberesmatrona confirma que el Síndrome o Trastorno Disfórico Premenstrual tiene sintomatología física y psíquica. “Es un conjunto de manifestaciones exacerbadas tanto físicas como psicoemocionales que afectan de forma severa la calidad de vida de la mujer”, explica. Pero agrega que, si bien los síntomas tanto del Síndrome Premenstrual común como del PMDD aparecen de forma marcada justo en la etapa del ciclo en la cual existen cambios hormonales significativos, no son los mismos. “Los cambios hormonales son propios del final de un ciclo en el cual no se logró su propósito reproductivo. El cuerpo, posterior a la ovulación, debe transitar una especie de duelo simbólico que se suele manifestar con un poco de irritabilidad, cambios de humor, sensibilidad en las mamas, hinchazón, antojos de comida, fatiga o falta de energía”, explica la especialista. “Pero cuando pasa a ser un Trastorno Disfórico Premenstrual, estos síntomas pueden ser tan intensos e invalidantes, que lleguan al punto de generar depresión mayor, ansiedad generalizads, falta de motivación en la vida e ideación suicida en casos más extremos”. Otros de los síntomas que se pueden presentar producto de PMDD son:cambios intensos y repentinos de ánimo como exacerbada sensibilidad al rechazo o tristeza sin ninguna causa, irritabilidad, ira y tendencia a generar conflictos con otras personas por situaciones que generalmente no serían puntos de desacuerdo.
Y fueron precisamente actitudes como estas las que Dixie D’Amelio observó en sí misma a través de la pantalla y que le permitieron pesquisar el síndrome. “Las frases que decía ‘no le importo a nadie’ o ‘no valgo nada’ son parte de las cosas que el trastorno hace en tu mente”, explicó durante la entrevista para el podcast Pretty Basic. “Una vez al mes, por dos semanas caigo, en este espiral de depresión y de creer que nadie se preocupa por mí, que lo estoy haciendo todo mal, que odio todo y que no estoy orgullosa de mi”, comentó.
Puede sonar casi inverosímil que algo tan cotidiano y que la gran mayoría de las mujeres experimentan pueda generar este tipo de efectos. Sin embargo, la Asociación Internacional para Trastornos Premenstruales explica que el PMDD es más que simplemente un desorden hormonal. “Si bien el PMDD está directamente conectado con el ciclo menstrual, no es un desbalance hormonal”, explican en un documento. “Se trata de una reacción cerebral negativa severa al incremento natural y posterior disminución de estrógeno y progesterona”. La organización agrega que se sospecha que se trata de un desorden a nivel celular en el cerebro y que se ha observado que sus síntomas pueden empeorar con el tiempo o durante eventos como el embarazo, una pérdida o la pre menopausia.
Vania Morales explica que, luego de la pandemia, cuando las mujeres comenzaron a retomar rutinas habituales es cuando ha observado un mayor aumento en el número de consultas por trastornos premenstruales que podrían estar al borde de un PMDD. “He notado mayor cantidad de consultas incluso más que durante la misma pandemia”, comenta. Atribuye este incremento estrés crónico, el estilo de vida moderno y la gran cantidad de disruptores endocrinos presentes en nuestro entorno entre otros factores. “Están haciendo que nuestros ciclos menstruales sean los primeros en manifestar las desarmonías del cuerpo físico, mental y emocional de las mujeres”, explica.
Y si bien el PMDD suele ser sub diagnosticado, no se trata de un problema poco común —según datos de la Asociación Internacional de Trastornos Premenstruales, más de un 5% de las mujeres en edad reproductiva sufren de este síndrome— y mucho menos uno que pasa desapercibido para quienes lo experimentan. Porque otra de las características del Síndrome Disfórico Premenstrual es que su sintomatología psíquica es tan severa, que se vuelve invalidante para la mujer. “El Trastorno Disfórico se diferencia de los síntomas del síndrome premenstrual principalmente por la intensidad y la capacidad de afectar el diario vivir en la persona menstruante, llegando a ser muchas veces invalidante para quien que lo padece”, explica Vania Morales. Y agrega que la aparición de estos síntomas premenstruales suelen ser tan severos, que afectan la capacidad de desempeñarse en actividades normales y cotidianas de la vida.
Es por esto que el principal problema no es que las mujeres no logren identificar los síntomas de PMDD, es que pocas asocian ese desbalance anímico casi incapacitante al ciclo menstrual. Y, tal como le ocurrió a Dixie D’Amelio, puede ser necesario observar desde una perspectiva más amplia y sin ideas preconcebidas qué es lo que se está sintiendo y viviendo para poder identificar un trastorno como este. Para ello Vania Morales recomienda siempre a sus pacientes llevar un registro escrito de sus ciclos menstruales que no incluyan solo síntomas físicos. “Recomiendo que incorporen también aspectos emocionales y conductuales en cada fase y las circunstancias externas o personales que puedan estar influyendo en el ánimo. La especialista explica que el autoconocimiento menstrual es fundamental para la vida y no solo ayuda para establecer el diagnosticar el PMDD, si no también es parte importante de su tratamiento y manejo.