En 2015 un enorme bulto tóxico formado por la acumulación silenciosa de residuos de aceite para freír, logró tapar y romper una cañería en Londres. La gran mole fue llamada Fatberg (por la fusión de las palabras fat (gordo) y Iceberg (bloque de hielo), y sólo pudo ser removida más de dos meses después, tras un arduo trabajo de los funcionarios de la empresa Thames Water,  según informó el diario The Guardian en ese momento.

Lo ocurrido en la ciudad inglesa no es una excepción. Cada año miles de toneladas de aceite vegetal usado son arrojadas por lavaplatos, transformándose en uno de los residuos más dañinos para el medio ambiente: un litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua. 

Como ambas sustancias no se mezclan, cuando el aceite llega a los ríos o los mares queda flotando en la superficie y no permite que el agua pueda oxigenar correctamente. Esto afecta tanto a la flora como a la fauna de los ecosistemas acuáticos, que terminan muriendo. Del mismo modo, impide el paso de los rayos solares, lo que interviene en el proceso de fotosíntesis de las algas.

A nivel local

El ingeniero en biotecnología Ignacio Muñoz, cuenta que "en Chile gran parte del aceite de freír que es utilizado en restaurante, hoteles, casinos y empresas de mediano a gran tamaño es retirado por compañías de reciclaje que lo procesan y exportan a Europa para su transformación a biodiesel". Algunas de las más reconocidas son Rendering y Bioils y de acuerdo a cifras de ambas empresas, en el país se exportan mas de 10 mil toneladas anuales de estos aceites residuales, cifra muy menor en comparación con los países líderes en reciclaje en los que se recicla 1 litro per cápita de aceites para freír, mientras en Chile ese número es menor a 10 ml.

Y a nivel domiciliario es mucho menos lo que se hace. "Existen pocos puntos limpios que reciben aceite y los que lo hacen, son instalados por las mismas empresas que exportan. No hay puntos de reciclaje que pertenezcan a comunidades o municipios (salvo un par de excepciones) y tampoco hay una normativa que estimule el reciclaje de aceite para que no termine formando fatbergs. Y la situación es mucho más preocupante en los sectores costeros", dice Ignacio Muñoz. Aun así, si la decisión es reciclarlo, la manera correcta es esperar que se enfríe y luego verterlo en una botella plástica con tapa.

¿Qué otras opciones tenemos? 

Hacer jabón para la ropa con aceite reciclado: 

Agusta Ordovas, la creadora de @ruda_holistica comparte esta receta para hacer un jabón "tipo popeye" para lavar ropa.

Materiales 

  • Guantes de protección (los de limpieza)
  • Anteojos de protección (ferretería)
  • Mascarilla
  • Bata o delantal que cubra la piel (cubrir brazos, manos,  piernas y pies)

Ingredientes 

  • Utensilios:
  • Cuchara de madera
  • Tetra pack de leche para molde o moldes de silicona
  • Licuadora manual
  • Termómetro de comida
  • Ingredientes:
  • 380 g de agua (preferentemente destilada)
  • 136 g de soda cáustica (también se conoce como sosa cáustica)
  • 1 kilo de aceite de oliva o girasol reciclado: filtrarlo antes de usar, para que no tenga restos de comida/fritura.

Es importante tomar algunas precauciones antes de comenzar:

  • El agua con soda cáustica puede ser corrosiva por lo que es recomendable tener vinagre a mano en caso de salpicar.
  • Al mezclar la soda cáustica con el agua se liberan vapores que no hay que inhalar, por eso se usa mascarilla.
  • Hacerlo en la cocina con extractor de humo o en algún lugar al aire libre.

Instrucciones

  1. Añadir la soda cáustica al agua. Siempre en ese orden, nunca al revés, porque la soda aumenta la temperatura del agua y puede ser peligroso. Revolver hasta que se haya disuelto completamente.
  2. Esperar 20 minutos para que la mezcla alcance temperatura ambiente. Con un termómetro medir la temperatura de la mezcla y también la del aceite. Deben ser iguales (a 40°) o con máximo 10 grados de diferencia. Si el aceite está muy frío se puede calentar a baño maría.
  3. Mezclar el agua con la soda cáustica y el aceite y revolver con la licuadora siempre hacia el mismo lado hasta que la textura del jabón permita que al hacer una línea con una cuchara quede marcada.
  4. Poner en moldes (puede ser una caja de tetrapack abierta por un lado) y cubrir con una manta para mantener la temperatura. Dejar reposar 48 horas para que endurezca.
  5. Desmoldar y guardar durante 40 días para que logre el ph adecuado. Si se usa antes de tiempo puede irritar la piel.