LA PREGUNTA

Después de mi segundo embarazo, y convencida de que no quería tener más hijos, me puse un dispositivo intrauterino que tiene una duración de 5 años. Para mí fue lo más cómodo, porque me olvidé por un tiempo de la anticoncepción, el problema es que justo los 5 años se cumplen este mes, en plena pandemia y con todas las consultas ginecológicas suspendidas. Estoy intentando conseguir una hora para cambiarlo, pero además me da susto ir a un centro de salud y contagiarme. ¿Podré esperar un tiempo más o pasado el plazo indicado ya no funcionan?

Pamela Santibañez, 34 años.

LA RESPUESTA

La semana pasada en una conferencia virtual del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, su presidenta nacional, Anita Román, dijo una frase que encendió la polémica: "Después de la pandemia sacaremos cuentas alegres porque van a aumentar los nacimientos". Inmediatamente muchas personas le respondieron que esto no es una buena noticia, ya que muchos de estos nacimientos probablemente son consecuencia de la falta de acceso a métodos anticonceptivos y, por tanto, se trata de embarazos no deseados ni planificados. Así al menos lo confirma el informe Estimaciones del impacto potencial de la pandemia de Covid-19 en la salud sexual y reproductiva en países de bajos y medianos ingresos, del Instituto Guttmacher.

"La pandemia de Covid-19 ya está teniendo efectos adversos en la cadena de suministro de productos anticonceptivos al interrumpir la fabricación de componentes farmacéuticos clave y retrasar el transporte de productos anticonceptivos. Además, el equipo y el personal involucrado en la provisión de servicios de salud sexual y reproductiva en algunos casos han sido desviados para satisfacer otras necesidades; las clínicas y hospitales han cerrado consultas y las personas están reacias a ir a las instalaciones de salud para atenciones que no tengan que ver con la pandemia", dice el documento.

Y refuerza la idea con cifras: "Se estima que el uso de los servicios de salud sexual y reproductiva disminuirán un 10% durante el año, como resultado de las interrupciones relacionadas con Covid-19, en 132 países de ingresos bajos y medianos. Eso implica que tendremos a 48 millones de mujeres en el mundo con una necesidad insatisfecha de anticonceptivos y que se producirán más de 15 millones de embarazos no deseados adicionales".

En caso del DIU (Dispositivos Intrauterinos) –un método que debe ser implantado en un centro de salud por personal entrenado para ello– el acceso se hace un poco más complejo. La directora de la Asociación Chilena de Protección a la Familia (APROFA), Débora Solís, cuenta que producto de la pandemia lanzaron el sitio web tienesopciones.cl para que las mujeres consulten sobre su salud sexual y reproductiva y que este método ha estado entre las preguntas frecuentes. "Se trata de un dispositivo muy parecido en su funcionamiento a la T de cobre, pero es de plástico y contiene hormonas en el centro, las que se liberan para actuar de forma local en el ovario y en el cérvix, impidiendo la gestación", explica.

Tiene una duración de entre 3 y 5 años, dependiendo de la elección y una eficacia anticonceptiva de 99,8%. "Esto obviamente dentro del plazo establecido. El margen de tiempo extra que puede mantenerse depende del dispositivo y de las características de la mujer, pero nunca es más allá de 30 días después de la fecha de vencimiento", dice Solís."La realidad es que este tipo de prestación (sexual y reproductiva) en el servicio público están siendo reemplazados por la urgencia de la pandemia, por tanto no está fácil el acceso a los métodos ni a la información".

Si bien no hay riesgo de salud al mantenerlo más de ese tiempo, la efectividad baja y por tanto en esos casos la recomendación es usar un método extra de barrera como el condón femenino o masculino hasta que sea posible ir a un establecimiento de salud para cambiarlo.