El 2023 es un año de grandes comienzos. Después de todos los cambios y quiebres que hemos vivido en los últimos años, la gran mayoría de los planetas de traslación más lenta partirán a hacer cambios graduales de signo, que culminará el 2025 con una tremenda energía de los elementos aire y fuego rondando el cosmos.
Lo nuevo quiere salir y hacer espacio. Astrológicamente, el 2022 se convirtió en un gran año de quiebre radical con lo antiguo, donde se terminó de quebrar lo que se trizó fuertemente desde 2020. Este año veremos el inicio de una nueva etapa con más claridad que nunca.
En marzo veremos que dos planetas de lenta traslación harán cambio de signo: Saturno entrará al signo de Piscis y Plutón entrará al signo de Acuario. Este cambio será claro y no hará premura en darse a entender, pues ambos cuerpos celestes están relacionados con instancias de arduo trabajo espiritual.
Saturno, el regente de Capricornio, ha estado transitando por Acuario desde 2020. Este planeta representa el trabajo duro y disciplinado, donde se nos ponen más límites y donde resistimos con más fuerza al cambio. Este planeta nos ha estado enseñando duras lecciones sobre lo que representa nuestro estar colectivo y formar parte de la humanidad.
Ahora, Saturno se mudará al signo de Piscis, el último del zodíaco. Este tránsito nos augura un trabajo muy potente en relación con las temáticas de este signo: la imaginación, la creatividad, la sensibilidad y la evasión. Serán dos años y medio en donde tendremos que enfrentarnos a emociones reprimidas con mucha sobriedad.
El tránsito de este planeta por Piscis nos hablará de un auge muy grande en el trabajo con la salud mental. En su baja vibración, este signo se relaciona con la locura, donde se difunden los límites de lo real y lo imaginario. Saturno nos vendrá a asentar las propias limitaciones de nuestras emociones, dándonos la posibilidad de sanarlas con mucho ahínco.
Es también un gran momento para enfrentarnos a construir un nuevo sentido para nuestras vidas, siendo capaces de discriminar lo que es real y dónde estamos dando de nuestra propia cosecha. Saturno nos entregará claridad y los pies bien en la tierra para enfrentar el embate del mar profundo de Piscis.
Plutón hará su entrada triunfal al signo de Acuario la tercera semana de marzo, donde veremos un cambio tremendo en la disposición de la energía del mundo. Este planetoide (que perdió la cualidad de planeta justo cuando hizo el cambio de signo a Capricornio, el año 2008) nos entrega la posibilidad de transformar completamente las cosas. Hasta 2044, veremos un trabajo profundo en cuánto a lo que consideramos humanidad y realidad.
Nuevas disposiciones geopolíticas vendrán a colación con este largo pasar de Plutón. Veremos morir una vieja forma en la que estábamos concibiendo la sociedad y nos abriremos a cuestionamientos tan importantes sobre qué es la humanidad. Es posible que los límites de lo humano se expandan, para darle cabida a nuevas inteligencias desarrolladas por la tecnología.
Plutón en Acuario significará un gran avance tecnológico y científico, especialmente cuando Urano (el regente de Acuario) haga su paso al signo de Géminis en 2025. Veremos muchas cosas nuevas emerger, nuevas preguntas y también nuevas respuestas. El desarrollo del conocimiento tendrá un crecimiento sustancial desde marzo y crecerá con mucha fuerza a partir de dos años más.
Es tiempo de transformar radicalmente en dónde pertenecemos y a qué tribu respondemos, por lo que nuevas formas de organizar la sociedad emergerán. Todo lo que considerábamos obsoleto a nivel de instituciones y creencias terminará por sucumbir, para darle paso a nuevas maneras en las que podamos vincularnos y sentirnos parte de una misma especie.
El cambio de los Nodos lunares, los ejes en donde ocurren los eclipses, también marcará la nota este año. De los profundos y sensibles Tauro y Escorpio, pasaremos a la fiereza de Aries y el temple de Libra, para poder trabajar con mucha claridad qué nos corresponde en un vinculo y qué es responsabilidad de nosotros. Es posible que veamos con mucha fuerza una necesidad de imponer nuestra nueva identidad en el mundo, dejando atrás todo lo que nos definía hasta el 2022.
La palabra clave es atravesar el umbral de la novedad este 2023. Tendremos que ver con mucha claridad perecer estructuras que daban a entender cómo era el mundo hasta ahora. A partir de unos años más, veremos una nueva etapa de la humanidad surgir, con nuevos códigos, nuevos saberes, nuevos acuerdos. Dejemos que comience con todo la era de Acuario.