Hay veces que salimos apuradas de nuestras casas o simplemente no nos hacemos el tiempo para comer algo a primera hora del día. Cuando nos levantamos, el cuerpo ya lleva 8 o 9 horas sin recibir alimento, lo que se traduce que al despertar los índices de azúcar en la sangre se encuentran más bajos de lo habitual. Por lo tanto, comer en la mañana resulta importante para seguir con las actividades del resto del día.
La nutricionista María José Mackenna comenta que, por lo general, las personas que toman desayuno suelen tener hábitos de vida más saludables y respetar más los pilares de una alimentación sana. Tomar desayuno se ha asociado en estudios observacionales a menor riesgo de sobrepeso y obesidad. Es más probable que la persona que tome desayuno logre un mejor control del apetito durante el día.
Así mismo, realizar una adecuada distribución de las calorías y proteínas en las distintas comidas del día puede ayudar, a la mayoría de las personas, a regular mejor el apetito y así realizar elecciones de alimentos más saludables. Ocurre que las personas que suelen saltarse el desayuno, tienden a picotear más entre comidas o elegir snacks poco saludables, como golosinas y bebidas azucaradas.
"Es importante no saltarse el desayuno, ya que es necesario “romper” con las horas de ayuno nocturnas de ayuno fisiológico. Estudios demuestran menor grado de inflamación sistémica, un mejor perfil metabólico y menor riesgo de presentar sobrepeso y obesidad, versus las personas que se saltan el desayuno en forma regular. Además se ha visto mejor rendimiento físico e intelectual en personas que toman desayuno en forma regular, esto es importante sobretodo en niños", explica la especialista.
Un buen desayuno
- Una buena ingesta proteica, con el objetivo de reponer las pérdidas y lograr una mayor saciedad durante la mañana, como por ejemplo, lácteos descremados, huevos y jamón.
- Un buen café, por sus beneficios en darnos más energía y sus componentes beneficiosos para la salud como flavonoides y polifenoles,
- Carbohidratos complejos, como pan integral o granos enteros y semillas, como avena, chía o linaza.
- 1 porción de fruta entera o verduras como tomate, rúcula o lechugas en el pan. Evitar jugos de fruta, ya que contienen mucha azúcar y su absorción es muy rápida, produciendo un peak de glicemia en la sangre.
Cabe destacar, que en el último tiempo se ha puesto de moda el ayuno intermitente, el cual muchas personas lo utilizan para bajar de peso. Sin embargo, según especifica la nutricionista Fiorella Enrico, hay personas que han compartido sus experiencias personales respecto a esta practica, una de ellas, la baja de peso, lo que ha hecho creer erróneamente que el ayuno intermitente sirve para ello. “La evidencia científica indica que entre el déficit calórico diario y hacer ayuno intermitente no hay resultados superiores con respecto a este último, es decir, los resultados no son significativos, por lo tanto, si a la persona le gusta hacerlo y le es fácil de seguir, entonces que lo haga”, comenta.