Paula 1164. Sábado 3 de enero de 2015.
La gestora cultural Montserrat Brandan investigó por casi dos años las recetas y la relación con la cocina de 24 mujeres de Paillaco, localidad cerca de Valdivia. El resultado fue una compilación de preparaciones rurales, que rescata el patrimonio inmaterial de la zona.
En 2012, la artista visual y gestora cultural Montserrat Brandan se fue a trabajar –a través de Servicio País– a Paillaco, en la Región de los Ríos, para realizar intervenciones sociales en el ámbito de la cultura. Durante el año y medio que duró la experiencia conoció a varias comunidades, pero le llamó la atención una en especial: Paimuri, una agrupación de 24 mujeres campesinas e indígenas que se reúnen en torno a la cocina y la agricultura. Juntas cultivan sus ingredientes y elaboran preparaciones locales como panqueques de papa, catutos o butifarras rellenas.
"Ellas están juntas en todo, desde el inicio hasta el final de la cadena productiva de las recetas. En todo eso hay un valor: las formas de cultivo, el proceso culinario que ha sido traspasado de generación en generación y las recetas, que son una tradición en sí misma", dice Brandan.
Para visibilizar y salvaguardar ese patrimonio inmaterial que hay detrás de esta cocina campesina, Montserrat Brandan y la socióloga Maud Biggs –también del programa Servicio País– comenzaron a investigar sobre el tema y registrarlo en fotografías, material que utilizaron para un recetario de 200 copias. Este año, Brandan espera financiamiento para lanzar un libro que esté a la venta en librerías. "No es un recetario común y corriente, sino que tiene más sentido. Son sus historias, sus motivaciones. Cada paso que dan, en una preparación, es parte de su herencia. Y eso es lo que queremos dar a conocer", explica.
Panqueques de papa (8 personas)
Autora: Luisa Díaz Linco
Ingredientes:
1 kilo de papas
1 taza de harina blanca
1 huevo
1 pizca de sal
Opcional: azúcar a gusto
Preparación:
Para doña Luisa esta receta es muy especial. Le recuerda su infancia, ya que por ser la receta favorita de su madre, la comió muchas veces siendo niña. "Primeramente, tengo las papas, las lavo, las pelo... después hay que rallarlas". Usar el diámetro medio del rallador y dejar estilar "la ralladura de la papa" en un colador fino.
Agregar harina cruda hasta obtener una consistencia de masa blanda y líquida. Añadir una pizca de sal y un huevo. Si se quieren dulces, agregar azúcar a gusto. Calentar el aceite en un sartén, cuando esté listo, agregar la mezcla con una cuchara sopera y darle la forma deseada (según el sartén, pueden caber varios a la vez). Se pueden acompañar con miel, manjar, mermeladas o dulces. O también con guisos de verduras, cremas, salsas o queso.