Restauradores

Tres expertos que se dedican a devolverles la vida a objetos de culto.




Paula 1154. Sábado 16 de agosto de 2104.

Tres expertos que se dedican a devolverles la vida a objetos de culto.

Relojes antiguos

A sus 77 años, Ercires Peña puede decir que es un relojero totalmente autodidacta: "Cuando empecé no había escuelas que lo enseñaran, se aprendía solo, mirando, por la inquietud que tiene uno por esta maquinita que marca la hora", dice. Los relojes que restaura –de pie, murales y de sobremesa– tienen entre 100 y 300 años de antigüedad, y se jacta con orgullo de haber reparado varios ejemplares de La Moneda. "Cuando arreglo un reloj siento una satisfacción enorme, una sensación muy linda. Es como darle vida a una cosa, a un nuevo ser", dice. Cel 9232 3160.

Revivir una Polaroid

Aunque dejaron de ser fabricadas a principios de 2000, las antiguas Polaroid pueden volver a la vida si caen en manos de un experto en refaccionarlas como Harry Müller, que restaura hace más de 40 años varios tipos de cámaras análogas. "En general, las cámaras antiguas dejan de funcionar porque se golpean o les cae líquido. La Polaroid sufre por problemas internos, ya sea un rodillo que se gasta, engranajes que se quiebran o el óxido de pilas olvidadas que quedan dentro", dice Müller, que asegura que puede recuperar el encanto ochentero de estas máquinas en solo una semana. Restaurarlas cuesta desde $15.000; los rollos hay que encargarlos a Estados Unidos. Ahumada 312, oficina 402.

Bicicletas de fierro

La pasión de Leonidas Ayala (62) empezó por el fanatismo de su hijo Emilio, que desde muy pequeño quiso dedicarse al ciclismo. Lo acompañaba a las carreras y así aprendió a reparar bicicletas, conociendo de primera mano sus curiosos mecanismos y piezas clave. En 2001, cuando su hijo ya se había retirado del ciclismo, Leonidas comenzó a juntar bicicletas viejas de fierro que compraba muy baratas en Conchalí. Se dedicaba con tiempo a reparar una por una, para dejarlas como nuevas. Comenzó a correrse la voz y al tiempo empezó a recibir encargos, los que se mantienen hasta ahora, aunque cada vez, dice, es menos la gente dispuesta a pagar por una bicicleta restaurada: "Lamentablemente, las bicicletas de fierro están quedando en el olvido. Nadie les da mucha importancia." Av La Palmilla 5088, Conchalí, fono 2623 7047. ayalabicicletas.wordpress.com

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