Paula 1174. Sábado 23 de mayo de 2015.

El rolfing es una técnica que masajea la fascia o tejido conjuntivo, que envuelve músculos y huesos. Con este sistema se logra corregir posturas viciadas, descontracturar, aliviar dolores musculares e, incluso, recuperar la armonía. Según sus cultores, diez sesiones sirven para toda la vida.

Ideada a fines de los cincuenta por la bioquímica norteamericana Ida Rolf, el rolfing es un sistema de estructuración corporal a través de un masaje muy profundo e intenso, en el que el terapeuta ocupa sus dedos, manos e, incluso, codos, ejerciendo gran presión en distintos puntos del cuerpo.

Sus principios se basan, primero, en que existe una tensión entre la posición vertical del ser humano y la fuerza de gravedad. De esta manera, si el peso del cuerpo está equilibrado en un eje rectilíneo, la tensión es mínima. Sin embargo, las malas posturas, como la espalda curva o los hombros hacia delante, hacen que se pierda el eje recto del cuerpo y toda su estructura (músculos, tendones y huesos) debe realizar enormes esfuerzos para luchar contra la gravedad. ¿El resultado? Contracturas y dolores crónicos.

El segundo principio tiene relación con la existencia del tejido conectivo o fascia, una red elástica y moldeable que envuelve músculos, órganos, huesos, nervios, tendones y cada célula de nuestro cuerpo. Este tejido sufre cambios a lo largo del tiempo. Pueden ser temporales, como un dolor de cuello por una mala posición al dormir; o permanentes, como el dolor lumbar crónico por una mala postura.

Para revertir estos problemas, el rolfing trabaja con un protocolo de diez sesiones de una hora, cada una destinada a partes específicas del cuerpo: cabeza, cuello, hombros, brazos, espalda, muslos y pies son masajeados, mientras el paciente está recostado sobre una camilla. "De esta forma se reestructura la fascia, se eliminan los patrones habituales de malas posturas y se aprenden formas eficientes de usar el cuerpo y cómo adoptar posturas correctas para realinearlo con su eje vertical ", explica Samy Frenk, terapeuta hace más de 30 años, pionero en Chile y certificado del Instituto Rolfing de Boulder, Colorado, en Estados Unidos, único centro para aprender esta técnica. Y agrega: "Bastan diez sesiones, una cada semana, para lograr reeducar el cuerpo y disfrutar de sus beneficios para el resto de la vida". Es ideal para todas las personas, en especial aquellas que sufren dolores crónicos, accidentados que han visto afectado su movimiento y deportistas que quieren mejorar su rendimiento.

Por otro lado, los beneficios del rolfing no son solo físicos, sino que también emocionales: "Además de estimular el autoconocimiento corporal, sabemos que los dolores crónicos producen irritabilidad y mal genio, características del carácter que se modifican por el solo hecho de eliminar el dolor físico", puntualiza el rolfista.

Los Conquistadores 1920, depto 11, Providencia. $50.000 la sesión, fono 22727 8707, www.rolfing.cl