Rosas en el jardín

Con pinceladas y manchas, las corolas de las ro­­­sas van tomando forma, floreciendo en este lienzo.

Materiales

• Óleos de color azul cobalto, sombra tostada, siena, verde oliva, carmín, amarillo y blanco.

• Pincel espatulado y grueso Nº 12.

• Aguarrás.

• Un lienzo de 30 x 20 cm.

• Un trapo.

Instrucciones

1. Enfrenta a la tela en blanco y co­mienza a mancharla con colo­res obscuros.

2. Manchando con colores de som­bra, que no tengan blanco, taja el blanco de la tela.

3. Al manchar la tela sentirás o te darás cuenta de los lugares donde crecerán tus rosas. De­ter­mí­na­los en los sitios sugeridos por los es­pa­cios que han quedado entre las lí­neas y mancha irregularmente con un tono oscuro obtenido con el car­mín y la tierra tostada.

4. Continúa pintando de lo más os­­cu­ro a lo más claro, para dar una ba­­se a las flores. Usa sombra tos­­ta­da, más carmín, más amarillo medio pa­ra manchar, creando la ilusión de los pé­ta­los de la rosa.

5. En este minuto, Eduardo busca en­tre los cientos de fotografías de rosas que ha sacado, para inspirarse y tomar notas reales de algunas flores, elaborando internamente la ima­gen, sin copiar sus detalles.

6. Lavando el pincel en aguarrás, pa­ra conservar la pureza de los co­lores, Eduardo agrega luces en los pé­talos de las rosas.

7. Con verde oliva trabaja más el fondo, metiendo la sombra en­tre los pétalos de las rosas y sua­vi­zando el color.

8. Con verde oliva y algo de café, mar­ca los tallos que darán sus­tento a cada una de las corolas.

9. Apoyando el pincel de costado, mar­ca hojas y sépalos para com­ple­tar el conjunto con botones de ro­sa, marcados con una pincelada de co­­lor.

10. Con blanco, marca luces so­bre las corolas y un costado de los botones.

11. Sigue trabajando el fondo y el follaje de las rosas con verde más oscuro y algo de café. En­ri­quece el centro de las rosas con co­lor más oscuro para dar profundidad y, so­bre él, pone algo de amarillo.

12. Pone una nota de blanco so­bre los pétalos. Agrega luz en el fondo de la parte superior derecha del cuadro, suavizando el fondo para des­tacar y sacar hacia delante el ma­ci­zo de flores y hojas.