Los eclipses son eventos astronómicos que ocurren cuando la luz de un cuerpo celeste se ve bloqueado por otro, porque se alinean de una manera en particular. Para la astrología los eclipses son eventos que movilizan la energía hacia lo que nuestra vida debe integrar en un momento determinado.
Existen eclipses de Sol y de Luna, que ocurren durante las Lunas nuevas y llenas, respectivamente. Los de Sol. representan comienzos, aperturas de caminos y encuentros que nos llevan hacia lugares nuevos; los de Luna en cambio, nos muestran finales, entendimientos profundos y emociones muy grandes.
Los eclipses ocurren en ejes de signos que son opuestos complementarios, por lo que durante esas temporadas vivenciamos contradicciones y tensiones entre lo que se va y lo que se despierta.
Desde mayo de 2020 estos ejes han estado en la polaridad Géminis y Sagitario, que representan el descubrimiento y la generación de sabiduría. El fuego sagitariano, que se conecta con lo que es verdadero, se ha visto en aprietos porque ha tenido que desarmar y deconstruir todo lo que considera cierto. Géminis, signo de aire, nos ha entregado nuevos aprendizajes y descubrimientos a través de la tensión con la verdad sagitariana.
Los nodos transitan por un par de signos durante 18 meses, lo que da un margen de cinco o seis eclipses que se distribuyen en dos temporadas por año. En enero de 2022, los ejes cambiarán hacia los signos de Tauro y Escorpión, pero veremos una pequeña probadita de esta energía en el eclipse lunar que tendremos el día 19 de noviembre.
Este eje representa la polaridad del tener y del compartir, del percibir y transformar. Tauro y Escorpión son signos de tierra y de agua, respectivamente. El primero representa la conexión con el presente, lo que nos genera estabilidad material al ver nuestros deseos y necesidades cubiertas. Escorpión, por su parte, representa la energía de cambio profundo en nuestro entendimiento al vivir circunstancias de depurar y soltar.
En esta temporada Escorpión será Nodo sur, por lo que viviremos una limpieza en todo lo que concierne a este signo. Los recursos materiales y emocionales que compartimos, los traumas no resueltos, la manera en la que concebimos el poder y el cierre de ciclos serán las temáticas que abordaremos durante el próximo año y medio. Tauro nos llamará a conectarnos con el presente y lo sensorial, con la manera en que concebimos el dinero y el trabajo, con nuestra sexualidad y capacidad de disfrute. Debido a la presencia de Urano - planeta de las revoluciones-, esta energía de cambio será mucho más clara y profunda.
No todos los eclipses se ven en toda la Tierra ni nos afectan directamente. Es importante que entendamos que los ejes que se abren afectan nuestra carta astral y dónde será. Cuando vemos un eclipse, ese lugar será alterado por la energía del mismo, como lo vimos en los eventos del 2 de julio del 2019 en el norte de Chile y el 14 de diciembre del 2020 en el territorio del Wallmapu. Según la tradición mapuche, los eclipses son eventos que traen circunstancias adversas, lo que ha sido comprobado por la ciencia con el cambio de mareas y las alteraciones electromagnéticas que ocurren por el cambio de la luz.
Los eclipses que nos afectan directamente son los que tocan a nuestro Sol, Ascendente o Luna, los puntos más importantes de nuestra carta astral. Si tenemos algún planeta de nuestra carta astral eclipsado, esa energía se manifestará con mucha fuerza durante los próximos seis meses. Todo lo que toca un eclipse lo cambia, por lo que es importante entender si el eclipse es de Luna llena o nueva y si es Nodo norte o sur.
¿Quiénes se verán más afectados en la próxima temporada? Quiénes tengan puntos de su carta o planetas en signos fijos (Tauro, Leo, Escorpión y Acuario) y mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis). Si estamos de cumpleaños el día de un eclipse o con hasta cinco días de diferencia (antes o después), ese año estará profundamente afectado por la energía que pase en ese evento.
Durante las temporadas de eclipses vivimos cambios inesperados de rumbo, por lo que debemos estar abiertas a experimentar lo que ocurra. Pueden llegar personas a nuestras vida que representen lo que tenemos que aprender para elevar nuestra conciencia o que salgan dramáticamente de nuestra experiencia personas, mascotas, trabajos y decisiones de vida. Siempre que tengamos el corazón abierto, sabremos sacar el mayor provecho posible.