La figura del coach y su variedad de oferta ha ido creciendo sostenidamente en los últimos años. Si bien el coach ontológico es quizás el que ha ido tomando más fuerza -y el de más larga data-, life coachs, health coachs, coaching de imagen o coach deportivo son solo algunos de lo múltiples tipos de coaching que se pueden encontrar en el mercado, y que han colaborado a que algunos se hayan referido a este fenómeno como un boom.

Pero, ¿qué hay detrás de la proliferación de los coachs en todos los casos y el aumento del interés de las personas por lo que enseñan? Una búsqueda del ser humano por encontrar su mejor versión y, también, un sentido y/o propósito a sus vidas.

María Paz Blanco, life coach y experta en imagen personal (@mpblanco) comenta que la demanda sostenida de la figura del coach responde a una necesidad de las personas de buscar maneras de mejorar su vida personal y profesional, además de un creciente interés por el bienestar y la calidad de vida.

El coaching, señala, ofrece un enfoque personalizado y orientado a objetivos para ayudar a las personas a identificar sus fortalezas, superar obstáculos y alcanzar su máximo potencial. “No tengo dudas que seguirá al alza”, recalca, y agrega que cada vez más personas buscan vivir una vida auténtica y encontrar un propósito significativo. “El coaching puede ayudar a las personas a descubrir y alinear sus valores, identificar sus pasiones, tomar decisiones basadas en su verdadera esencia y conectar con lo realmente importante”.

Alicia Pizarro, socia de Newfield Consulting -@newfieldconsulting, escuela donde estudió María Paz y pionera en el coaching ontológico desde 1996-, es enfática. Para ella, el coaching ontológico propiamente tal es la profesión del futuro. “En los tormentosos tiempos que vivimos, con transformaciones tan radicales en todos los dominios, nuestra propuesta, este tipo particular de coaching, ofrece un camino de cambio profundo que nos permite devenir en personas y en equipos con el liderazgo que necesitamos para generar una forma distinta y más efectiva de hacer empresa, comunidad, y convivencia”, dice.

Newfield Consulting desarrolló lo que se conoce como Ontología del Lenguaje, y hace 27 años han venido desarrollando la base teórica de su método y han formado a más de 10 mil coachs ontológicos. Su trabajo se orienta a empresas, organizaciones y personas.

Marcelo Moresco, coach ontológico argentino, explica que la ontología tiene que ver con el estudio del ser en tres dimensiones básicas: cuerpo, lenguaje y emociones. Lo que hacen, entonces, son conversaciones de aprendizaje sobre uno mismo desde estas tres dimensiones.

En Newfield consideran que el ser humano vive un momento de inflexión importante y de nuestro comportamiento depende el futuro. Pizarro explica que el crecimiento sostenido que ha tenido la figura del coach ontológico en el tiempo se debe a que los seres humanos vivimos en este nuevo siglo lleno de miedos producto de situaciones inéditas que nos ponen a prueba día a día. “Sentimos en la piel la necesidad de cambiar para poder generar una forma de vida distinta. Ese es el centro del trabajo del coach ontológico”, comenta.

El efecto de la pandemia

El crecimiento del coaching ya lleva algunos años, pero la pandemia lo aceleró. Obviamente, la razón más obvia tiene que ver con el aumento de las alternativas online, que dio a las personas más facilidades para acceder a distintos servicios y estudios en todo orden de cosas.

Marcelo Moresco dice que en su experiencia, con el encierro muchas personas optaron por darle una oportunidad a aquellas cosas que en algún momento habían pensado hacer pero que posponían por no tener tiempo, y una de ellas fue el coaching.

Pero no solo eso. La pandemia generó cambios importantes en la vida de todos, y la situación, sumado al encierro y a la incertidumbre, dio paso a que muchas personas hicieran una reevaluación de sus vidas, prioridades, trabajo, entre otros.

Juanita Lira, health coach y dueña de La Ruta Saludable (@larutasaludable.cl), reconoce que la pandemia obligó a todos a replantearse las rutinas y estilos de vida, y muchos descubrieron por un lado, nuevos intereses y pasiones, y también, otros se dieron cuenta que no eran felices en lo que hacían, lo que los llevó a buscar nuevas alternativas. Como health coach, Juanita no se enfoca únicamente en la alimentación de sus clientes, sino que en otros aspectos como el estrés, deporte, descanso, vida profesional, personal, social, entre otros. “Un buen health coach ayuda a su cliente a conocerse a sí mismo, tomando en cuenta todos estos aspectos, y a implementar cambios en su estilo de vida para que puedan sentirse lo mejor posible y encontrar su mejor versión”, indica.

María Paz Blanco comenta también que todo lo vivido en la pandemia hizo que muchas personas hayan buscado la necesidad de buscar apoyo para adaptarse a los cambios y superar los desafíos emocionales y profesionales que surgieron. Además, el distanciamiento social hizo que muchas personas reflexionaran sobre sus vidas y cuestionaran sus metas y propósitos.

“Han surgido interrogantes sobre qué es realmente importante, qué cambios desean hacer en sus vidas y cómo pueden lograr un mayor bienestar y satisfacción. El coaching brinda un espacio para explorar estas preguntas, establecer metas significativas y desarrollar estrategias para alcanzarlas”, indica la life coach, quien en sus servicios hace una evaluación integral de las personas, considerando tanto las metas personales, profesionales, relaciones, bienestar emocional y físico, y cómo todo esto interacciona entre sí, para poder abordarlo en todas las áreas generando un crecimiento y cambios sostenibles en el tiempo.

Una nueva forma de concebir el mundo

La búsqueda de sentido no es fortuita y tiene que ver con el mundo actual en el que nos desenvolvemos. Para Alicia Pizarro, la propuesta de la Ontología del Lenguaje, y el coaching ontológico como disciplina derivada de esa propuesta, es lo que abre la ventana de posibilidad para una transformación en nuestra forma de concebir la existencia, y en consecuencia nuestro comportamiento y sobre todo el tipo de convivencia que producimos, a nivel familiar, organizacional, y comunitario.

“De lo que se trata es de cambiar la forma como los seres humanos convivimos entre nosotros y con todos los seres vivos de este planeta, ese es el desafío inmenso que tenemos al frente”, indica, y explica que lo que ellos ofrecen en Newfield genera prácticas muy concretas y posibles de aprender que permiten navegar con mayor efectividad la turbulencia. “Me parece que eso es lo que nuestros clientes compran: oportunidades de aprendizaje para devenir mejores en un mundo en profundo cambio, agregando sentido y propósito al trabajo”, recalca.

María Paz Blanco agrega que el coaching es una disciplina en crecimiento y demanda en diversos campos, como el empresarial, el deportivo, el educativo, alimentación, entre muchos otros, por tanto, estudiar coaching puede ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y abrir puertas a nuevas carreras o roles relacionados con el apoyo y el desarrollo de las personas.

Por último, y en su rol de coach además de psicóloga, la profesional explica que hay que entender que el coaching no es psicoterapia. Señala que, aunque existen áreas de superposición entre la psicología y el coaching -como la gestión del cambio, la motivación y el bienestar emocional-, la psicología se enfoca en comprender y tratar los problemas emocionales y psicológicos, y el coaching se centra en el crecimiento personal, el desarrollo de habilidades y el logro de metas. “No se enfoca en la resolución de problemas o trastornos psicológicos”, recalca.

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