_SÍ soy superinquieta, por eso he hecho un verdadero peregrinaje académico. He estudiado desde poesía hasta regresiones multivariables, y todavía no encuentro un campo que no me interese. Eso sí, ya puedo diferenciar entre las cosas que me parecen útiles para lo que quiero hacer, y las que no. _NO leo recreativamente desde segundo año de literatura. Perdí la habilidad de disfrutar los textos y desconectarme, de diluirme y perderme en las palabras. Hoy solo leo por motivos profesionales. _SÍ tengo claro que lo que quiero hacer son cambios sociales. _NO creo que haya nacido con un gen feminista especial, pero desde chica no estuve dispuesta a aguantar ningún tipo de machismo y creo que tuvo que ver con que fui una niña muy regalona de mi papá y mi abuelo, quienes siempre me trataron igual a los demás, que en ese caso eran hombres. _SÍ es difícil ser mujer y lesbiana en Chile, pero ciertamente si eres una lesbiana de 35 años que vive en Providencia, que recibió educación y está en una pega estable, es bastante más fácil que si eres una lesbiana con expresión de género más masculina, que vive en una población… esa es una experiencia totalmente diferente y que tiene una triple marca: ser mujer, ser lesbiana y no pertenecer a una clase favorecida. _NO soy la misma desde que salí del clóset, ni Chile lo es, por suerte. Yo salí del clóset de manera superidealista, confiada en que tenía la razón, pero sin medir consecuencias, porque no esperaba que hubiese ninguna, pero era un Chile sin ley antidiscriminación, que puede gustarnos o no, pero ha hecho lo suyo. Era un país donde la homosexualidad no se hablaba en la televisión, donde no había una condena social asociada a crímenes o abusos, y ni en las escuelas ni en las empresas se estaba avanzando en una agenda de inclusión. _SÍ me siento una privilegiada, y no solo soy consciente de eso, sino que lo uso para hacer cosas que me hacen sentido. Trato de trabajar para que este país sea un poco mejor, aunque lo que haga probablemente tenga una incidencia mínima. _NO creo en la existencia del alma, pero casos como los de Carolina Torres, brutalmente golpeada por ser lesbiana, me rompen el corazón. Es horrible, porque confirma los mayores miedos: que te ataquen sin piedad y cobardemente por no cumplir con alguna norma social. _SÍ soy activista, siempre lo he sido. Hoy trabajo por los derechos de las personas LGBT; creo que si uno no se activa, pierde derechos y oportunidades. _NO sé si la palabra correcta es 'lucha', pero cuando uno está tratando de avanzar todos los días hacia una mayor igualdad, pareciera ser una lucha. _SÍ me enojan muchas cosas, la mayoría tienen que ver con injusticias sociales y con la falta de congruencia, como la violencia sistémica contra la tercera edad, los niños o el maltrato a los migrantes, esas son cosas que me enfurecen. _NO soy supersticiosa, solo creo en decir las cosas en voz alta y con harta convicción. _SÍ tengo fe en las nuevas generaciones, siempre y cuando empiecen a votar, a meterse en política. Creo que pueden hacer de Chile un país maravilloso, pero primero tienen que despegarse de la Wii. _NO estoy conforme con la ley de identidad de género promulgada el año pasado. Igual que la ley anti discriminación es un avance, pero creo que si la identidad es un derecho, tiene que serlo independiente de la edad que tengas. _SÍ quiero ser mamá, pero no me gustaría parir a nadie -lo que en palabras de mi mamá es una cobardía gigante-, pero lo cierto es que ese llamado biológico no lo siento; pero sí me encantaría adoptar. _NO creo en el concepto de 'amor para toda la vida' de Disney, o en el 'fueron felices para siempre'. Creo que estar en pareja es dificilísimo, al menos en mi experiencia, y requiere de mucho esfuerzo, tesón y amor, más allá del que uno prevé. _SÍ creo que Amor es el mejor apellido del mundo, es chistoso al nivel de la inverosimilitud.
Señas
Edad: 34 años
Profesión: Magíster en Sociología y Literatura
Foco actual: Vocera y directora de Educación en Fundación Iguales.