La más seguida de Chile
¿Por qué tener twitter? ¿A quién le importa lo que uno piensa, hace o siente? ¿Por qué dedicarle tiempo a seguir a alguien? ¿Por qué dedicarle tiempo a algo así? Soledad Onetto, la periodista de Teletrece con 160.000 seguidores, se explaya en 4.800 caracteres sobre su reinado en la red social estrella del momento.
¿Será muy humillante crear una cuenta en twitter y que sólo te sigan tres pelagatos? ¿Qué pasa si twiteas algo genial y sólo se escucha el canto de los grillos? No es el caso de la periodista Soledad Onetto, que ha sido recientemente identificada como la chilena con más seguidores: unos 160.000. Ella asegura tener su ego controlado y que nunca ha sido tema la cantidad de seguidores. La única regla que sigue es la de la independiencia: su twitter no es institucional sino que personal, lo cual le da la libertad de twitear lo que quiera.
¿Qué twitea Soledad Onetto? Noticias, informaciones y cosas de esa índole, aunque también twitea que se quedó dormida, que no trotó y que toma café. Que espera mejorar el día almorzando en el Dominó. Que va por Américo Vespucio y cae agua nieve. Que google lee la mente de las personas porque estaba buscando el título de una película y no alcanzó a terminar de escribirlo y ahí estaba: August Rush. También bromea: ¿Quién tomó la foto de la ballena? El pulpo Paul. Cuec.
¿Por qué twitea lo que twitea? Porque la hace feliz recuperar la comunicación afectiva, ésa que se ha perdido por la exigencia de información, de datos duros. Por ejemplo, si va en su auto y le parece que la cordillera está preciosa después de la lluvia va y lo twitea. Quiere expresarse y si alguien pica, bien, y si no, bien también. Hace un par de días, y a raíz de las noticias que hablan de los panoramas para los niños en las vacaciones de invierno, Soledad twiteó en 131 caracteres: "Tanto panorama y estrés! A mí me pasaban un block y un lápiz para matar la tarde! Si me aburría, simplemente peleaba con mi hermano". A los pocos minutos tenía decenas de comentarios de personas sin hermanos. Al final del día les contestó: "A los hijos únicos que envían tweets les informo que están en boca de todos. La frase más repetida de hoy: más abrigado que hijo único. BNOT" (buenas noches para todos).
Ya, digámoslo: el de Soledad Onetto es un twitter acogedor. Uno con emoticones y lenguaje de símbolos expresivos como ? :S y demases. Se los sabe todos y los usa porque cree que el fallo de twitter es que no da cuenta de los estados de ánimo del emisor del mensaje y siempre es necesario aclarar cuándo se está bromeando o siendo irónico con jajá o con simbolitos. Soledad mejoraría el sistema graduando con colores cada tweet de manera que cada color indique que se está escribiendo desde la felicidad, la euforia o la normalidad.
A través de mensajes personales –no abiertos a los 160.000 seguidores– por twitter también le escribe a su marido para pedirle que encienda el horno, pero que antes saque el tostador que está dentro. Él suele entusiasmarse, por ejemplo ayer le dijo públicamente: "Sole, te ves hermosísima".
¿Por qué tiene tantos seguidores entonces? Nadie la sigue, según dice, pensando que va a dejarlos informados o dirá cosas inteligentes, no, la siguen porque la siguen no más. ¿Y a quién sigue ella? A 63 personas: familiares, amigos, periodistas o sitios noticiosos. Le encanta el publicista y conductor de radio Marco Silva, le parece chorísimo todo lo que twitea. También sigue al creador de twitter (quien también la sigue a ella), a Jorge Zabaleta y a Karol Dance, el integrante de Yingo que pololeó con una niñita de nombre Arenita y ahora con Faloon. Todo partió cuando fue a una peluquería cercana al canal a hacerse las uñas y se lo encontró. Entonces Karol le pidió que lo siguiera, en twitter claro, y ella lo hizo. ¿Resultado? twiteos del tipo "Se me cayó la Sole Onetto" o "¿Cómo es posible que sigas a Karol Dance?". Ella piensa: "Si a alguien dejo de parecerle interesante
porque sigo a Karol, unfollow, unfollow".
Soledad Onetto revisa lo que twitea la gente que ella sigue. Un periodista escribe: el que teme de sufrir, sufre de temor. El creador de twitter comenta algo sobre su desayuno, otro que hace frío, que murió Corvalán. "En la tarde se prende más", sentencia ella antes de tomar su blackberry blanco y volver a revisar lo que se cuenta en su reino. Siempre pasa algo, como la vez que alguien le preguntó: "Estoy enamorado de una niña. Se lo digo?". Síiiiiiiiiiiiiiiii. Ahoraaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!! fue su instantánea respuesta
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