“El 14 de febrero para mí siempre ha tenido una connotación romántica. Aunque sea el día del amor y la amistad, y el amor se presente en nuestras vidas de maneras muy diversas, como el amor por los amigos, por la familia, por las mascotas, por lo que uno hace, o incluso el amor por una misma.
Es que la representación que tiene esta fecha en las películas, en las series, en los capítulos especiales, en las tiendas, en los restaurantes, etc., muchas veces nos lleva a eso: a pensar exclusivamente que se trata de una celebración romántica. Mensajes como ‘Ven con tu pareja’, ‘Cómprale un regalo a esa persona especial este 14 de febrero’, entre otros, potencian ese imaginario.
Yo actualmente estoy soltera y reconozco que este contexto puede generar expectativas respecto a la fecha, crear una sensación de querer ser parte de esto y, por ejemplo, querer recibir flores y chocolates. Sobre todo, porque pareciera determinar si eres una persona deseada o no. Al menos a mí me hace reflexionar sobre no tener pareja, no haber tenido pareja. Y es que se siente triste no ser parte de este fenómeno que inunda básicamente todo nuestro entorno, no solo nuestras redes sociales, sino también las vitrinas de los lugares por los que pasamos o las canciones que ponen en la radio. Es difícil escapar de esa narrativa.
Sin embargo, lo que sí veo es que las nuevas generaciones –tengo 23 años– hemos ido deconstruyendo con el tiempo estos imaginarios. No sé si San Valentín tiene la misma fuerza que antes. El romanticismo en mi generación no sigue tan vigente. Existe un miedo al compromiso y a meterse en relaciones más serias. No sé si es algo tan común que personas veinteañeras hagan estas grandes demostraciones de amor que se ven retratadas en las películas y en la cultura pop.
Al menos yo no estoy dispuesta a bajar mis estándares y ceder a estar con alguien que no me gusta por completo sólo por la cumplir con este mandato de ‘la vida en pareja’, con la presión social. Para estar en una relación con alguien, a mí genuinamente me tendría que gustar mucho. Sé lo que quiero y sé que tengo mucho que entregar también.
Por eso en estas fechas intento pensar en que, como nadie va a comprarme flores ni chocolates, yo también me puedo regalonear. Yo misma puedo comprarme una cosita rica para comer o ver alguna película que me guste. Que tal vez es rico que te regaloneen en este día, pero una relación de pareja es mucho más que un 14 de febrero.
Me gusta pensar que San Valentín es un buen recordatorio para decirle a las personas que quieres que las quieres, incluso si no es románticamente. Decirle a tus amigos que los quieres, a tu familia. Creo que a veces se nos puede olvidar un poco el hecho de que el amor está presente de muchas formas y no tiene por qué reducirse a lo romántico.
A pesar de que yo nunca he tenido una relación, yo decido creer en el amor porque lo veo presente en mis amistades y porque estoy llena de él, y si yo estoy llena de él significa que existe”.
* Paula Cáceres tiene 23 años y es estudiante de periodismo.