Spinetta v/s Vicentico

Dos grandes del rock argentino tocan en Santiago por estos días. Les pedimos a cinco periodistas especializados en música que se la jueguen por uno de ellos.

Por Guillermina Altomonte

Spinetta

13 y 14 de junio, 21:00 hrs, Teatro Nescafé de las Artes. Entradas desde $12.000 en Ticketmaster.

"Confesión: me carga como canta Spinetta. Es como escuchar a un ave rara llamando a su pareja para procrear. Algo parecido me pasa con Dylan; parece oveja resfriada. En ambos lo formal no manda. Superan a la forma, al gesto técnico. Están por sobre sus limitaciones, son fondo puro, letristas sanguinarios, poetas callejeros, médiums. Uno no va a un recital cuando viene Spinetta. Va a escuchar recados de un loco que ha rozado zonas sagradas". Javier Sanfeliú, director general creativo de Los Contenidos.

"Podemos dividir a los músicos en sádicos y masoquistas. Los masoquistas se entregan al público. Con los sádicos, nunca se sabe. Spinetta tiene mucho de sádico. Se aventura, no transa, increpa a los fans que le piden hits. Sus shows son la búsqueda de un momento que puede no llegar, pero que cuando llega, se acerca a la epifanía". Sergio Fortuño.

"A Spinetta le gusta jugar al misterio. Es capaz de celebrar 40 años de carrera en un show en un estadio de fútbol y al poco tiempo tocar para 200 personas en un teatro de acústica impecable. El flaco hace conciertos únicos y eso implica que cada vez que se aproxima su poesía de sonoridades finas, dejemos de lado otros panoramas para ver qué nos trae". Manuel Maira, editor revista iPOP.

Vicentico

23 de junio, 21:00 hrs, Teatro Caupolicán. Entradas desde $10.000 en Ticketmaster.

"Quizás es parte de la maduración, pero quiero escuchar a Vicentico porque ahora está más crooner, porque hoy es

más su voz y menos las percusiones y la fiesta. Porque en esta nueva etapa conviven canciones que le hablan a Luca

Prodán y boleros de aire AM. Con la herencia de un Sandro o un Nino Bravo 2.0, vale la pena ver a un argentino instalado entre la tradición y la nostalgia y la búsqueda permanente de nuevos caminos". Natalia del Campo, directora de Radio Paula.

"Vicentico está lejos de las caricaturas en que se han convertido los próceres del rock argentino, como Fito o Calamaro. En su último disco da un nuevo salto al pasado, pero no a la murga noventera, ni al ska ochentero, sino que a la canción romántica de los 70. Hoy, Vicentico juega a ser Sandro o Palito Ortega. Un hombre maduro que le canta al amor sin esconder sus tatuajes. Yo me la juego por él". Vadim Vidal, periodista