→ ¿Qué es?: se trata de un endulzante que no engorda y que se utiliza industrialmente: es decir, no viene en tabletas ni en formato líquido para echarlo en el café, pero se encuentra en algunos productos dietéticos y tiene ventajas sobre los endulzantes tradicionales. A diferencia de la sacarina o el aspartame, no es una sustancia sintética. La sucralosa, que comercializa en Chile bajo la marca Splenda, es un derivado del azúcar, que se obtiene tras someter la materia prima a un proceso químico que cambia su composición molecular. El producto endulza 600 veces más que el azúcar pero no aporta calorías, ya que no es metabolizado por el organismo. Se comenzó a investigar en 1976, pero sólo se empezó a consumir a fines de los años 90. La FDA la aprobó en 1998, en Chile el 2001 y la Unión Europea en 2004.
→ Sus ventajas: no se vincula con ningún tipo de riesgo para la salud. La American Academy of Family Physicians Foundation asegura que puede ser consumido libremente por diabéticos, niños y mujeres embarazadas o en período de lactancia.
→ Sus desventajas: según información entregada por la prensa, un kilo de Splenda cuesta $ 160.000, mientras que uno de aspartame cuesta $ 15.000 y uno de azúcar, $ 360.
→ ¿Dónde está?: aunque se publicita poco, aparece en los listados de ingredientes de muchos alimentos. Por ejemplo, en:
- Lácteos. yogurts 0% de Yoplait, postres Chandelle light, de Nestlé, algunas variedades de yogurt Next, y los Uno al día, de Soprole.
- Aguas minerales. Cachantún Más, con sabor a limón.
- Chocolates. Sanhe-Nuss 0% azúcar, de Nestlé.
- Mermeladas. Dulces Alter, que se venden en los supermercados Líder o a través del fono 272 3273.
- Pasteles. Pastelería Figa (fono 0-9827 4238).