La pandemia del coronavirus no solo nos ha obligado a aprender nuevas formas de cuidarnos entre todos a través del uso de mascarillas, el lavado de manos, el respeto por las cuarentenas y la distancia social, sino también –y así lo han dicho varios especialistas– puso frente a nuestras narices la necesidad de encontrar nuevas formas de organizarnos que sitúen lo colectivo por sobre lo individual y que le den relevancia a un consumo más sustentable que, si bien en los últimos años se había puesto en boga, no lo hizo con el ímpetu que el planeta necesita.
Un reciente estudio de la tienda de e-commerce Mercado Libre, reveló que el consumo sustentable se duplicó en Chile y en Latinoamérica durante el contexto de pandemia. La investigación arrojó que más de 40 mil usuarios compraron productos sustentables en el país durante los últimos 12 meses, mayormente huertas, composteras y productos remanufacturados; y que 4 mil usuarios eligieron un producto sustentable como su primera compra en el sitio. “El estudio nos permite vislumbrar un crecimiento notorio en la demanda por productos cuya cadena de valor sea de triple impacto. Eso se ha acentuado durante estos días de confinamiento, donde cada vez más usuarios están comprando online y gran parte de ellos están optando por la opción más sustentable posible”, dice Alan Meyer, director de Mercado Libre en nuestro país.
Entre los productos más demandados y en orden de ventas están luminarias LED, bicicletas, huertas, paneles solares, suplementos alimenticios orgánicos, copas menstruales, composteras, botellas reutilizables, champú y acondicionadores sólidos y pañales reutilizables. Pero ¿a qué se debe este aumento? Al parecer la pandemia puso en evidencia una crisis más profunda, que la gente comenzó a entender. En el sitio Chile Desarrollo Sustentable, el Director Ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Giovanni Calderón Bassi, dijo que “si el mundo no detiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, los desastres climáticos y las pandemias devastadoras por virus letales serán el pan de cada día. La pérdida de biodiversidad y el cambio climático conllevan serios riesgos para la salud de la población, porque son el caldo de cultivo ideal para la aparición de estas enfermedades infecciosas”.
El 5 de junio pasado se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, la fecha más relevante en el calendario oficial de la ONU para fomentar la acción climática y en medio de la crisis la invitación fue a reflexionar sobre la relación insostenible que estamos llevando con la Tierra y las amenazas que se ciernen para las actuales y futuras generaciones. “El confinamiento de millones de personas en el mundo le dio un “respiro” al planeta, pero esto es solo un gesto y no un aporte concreto para frenar el calentamiento global. Para que la contaminación no vuelva a los niveles que había antes de la pandemia se requiere estimular con fuerza un cambio de paradigma en nuestras economías, donde la descarbonización y la transición hacia energías renovables y limpias -para llegar a la carbono neutralidad al 2050-, así como la economía circular, tengan un lugar protagónico que permita construir un sistema que nos proteja de más daños”, agregó Giovanni Calderón.
Y en este contexto nuestro rol como ciudadanas y ciudadanos debe ser activo. “Con pequeños gestos, tales como reciclar en casa, utilizar conscientemente la energía eléctrica, reutilizar ropa y libros, evitar el uso de plásticos, intentar comprar solo lo esencial y, lo más relevante, inculcar a las nuevas generaciones valores en esta nueva conciencia ambiental, podemos ser un gran aporte, ya que toda acción suma por un planeta más sustentable después de la pandemia”, agrega Calderón.