Se denomina talle la medida del cuerpo comprendida entre la zona más alta del hombro, donde comienza el cuello, y la cintura. El talle puede desplazarse hacia arriba o hacia abajo dependiendo del diseño de cada prenda. Acorde a estas definiciones, en el talle largo la línea donde se ubica la costura que une las partes superior e inferior de un vestido o abrigo se establece en las caderas.
Origen
Desde la Antigüedad existió la costumbre de sostener las diferentes piezas de vestir alrededor del sector más angosto del torso, la cintura, con el fin de asegurar su estabilidad. Hacia el siglo V a. C. los griegos, intentando perfeccionar las técnicas del drapeado, usan cordones a distintas alturas. Esta práctica enriquece el resultado final y amplía las posibilidades de variar la apariencia. Alrededor del año 1350 los caballeros llevan ajustadas túnicas, con un amplio faldón que arranca en la parte baja del tronco y se extiende hasta las rodillas. La tendencia se extingue opacada por distintos artificios destinados a incrementar el volumen de polleras y calzones.
Tendencia
En la década de los años 20 emerge una nueva silueta que deja atrás a la mujer curvilínea. El talle desciende, produciendo la ilusión de un cuerpo rectangular. Las faldas se acortan y alcanzan largos nunca antes vistos. Los vestidos más simples incluyen un escote en V o un cuello camisero, tablas en el segmento inferior y un cinturón o lazo alrededor de las caderas. Durante la noche prescinden de las mangas. Las telas se tornan livianas e integran elementos decorativos emplazados para acentuar la geometría dominante. En los 60, algunos diseños futuristas de Courrèges y Cardin enfatizan el talle largo mediante cambios de color o material. Para los años 80 la cintura baja se asocia a minivestidos strapless ajustados con faldas creadas a partir de volantes o bien adoptan forma de balón.