Durante los primeros días de marzo Matt Mullenweg, creador de la plataforma de blogs Wordpress, publicó un post acerca de cómo la alerta sanitaria producto del Covid-19 se estaba convirtiendo rápidamente en un experimento de trabajo remoto que nadie había pedido pero que, de alguna forma, todos necesitábamos. Y es que los beneficios de esta modalidad de trabajo han sido ampliamente documentados.

Según datos publicados por Forbes, los trabajadores remotos son hasta un 40% más productivos que sus pares en oficinas. Además, teniendo independencia del lugar desde el cual desempeñan sus labores, el trabajo que entregan tiene un 40% menos defectos que el producido en dependencias corporativas. Y la flexibilidad laboral no solo beneficia a la empresa, sino que además a los trabajadores.

En el reporte anual sobre el Estado del Trabajo Remoto 2019 elaborado por Buffer en el que más de 2,500 trabajadores remotos fueron consultados, el 99% respondió que seguiría trabajando bajo esta modalidad por el resto de su carrera. Un 95% dice recomendar el teletrabajo a sus amigos y conocidos y el 40% indicó como principal beneficio el poder disponer libremente de su tiempo al tener horarios laborales flexibles. "El trabajo remoto le da más tiempo a la gente que se ahorra los desplazamientos. Gente que normalmente pierde horas en los tacos de la mañana y en las tardes, puede empezar a trabajar más temprano para cerrar la jornada más temprano", explica Karina Pérez, directora de la consultora de recursos humanos en Chile Robert Half. "El tener más tiempo para hacer deporte y esparcimiento, para estar con la familia o dedicarlo a hobbies, genera un mayor bienestar".

A pesar de que la experta reconoce que son muchos los beneficios, las condiciones en las que se ha implementado el teletrabajo no han sido las óptimas. "Estamos haciendo la transición obligatoria y ha sido intenso porque fue pasar de cero a cien. A trabajar toda la semana y la jornada completa y no todos, aún cuando tuviésemos la tecnología para hacerlo, estábamos acostumbrados a una dinámica de trabajo desde la casa", explica.

Sobre todo, en las condiciones en las que muchas personas están trabajando actualmente: en completo aislamiento y con sus familias. "No es lo mismo trabajar sola y tranquila que tener a los hijos y al marido en mi casa durante la jornada de trabajo. Esa es una dinámica particular que se da en el contexto que estamos viviendo actualmente, y que implica también organizarse diferente porque tienes que dedicar tiempo a labores domésticas y de cuidado, además de conectarte con todos los temas de negocios", explica Pérez.

A pesar de las dificultades que puede traer consigo un cambio de rutina radical como este, en una entrevista con BuzzFeed News, Jennifer Christie, encargada de recursos humanos de Twitter, reconoció que después de esta experiencia con el trabajo remoto es posible que las relaciones laborales no vuelvan a ser las mismas. "Quizás nunca volvamos a ser los mismos", señaló. "La gente que era reacia al trabajo remoto se dará cuenta de que realmente se benefician conn esta modalidad. Los managers que no creían que podían administrar a sus equipos de esta forma van a ver que sí pueden hacerlo. Creo que no hay vuelta atrás".

Mientras el coronavirus se propaga por distintos países, traspasando fronteras, multinacionales como Microsoft, Google, Twitter y Amazon piden a sus colaboradores que trabajen desde sus casas en un ensayo forzoso de un fenómeno que se venía gestando hace mucho tiempo pero que, sin embargo, no había logrado implementarse por completo.

Según un informe elaborado por OWL, solo un 18% de la población mundial trabaja en forma remota, a pesar de que contamos con la tecnología para hacerlo. "Un poco obligados por las circunstancias, estamos llevando a las empresas a modo remoto", explica la directora de Robert Half. "Eso habla de que tenemos los avances tecnológicos para que nuestros colaboradores puedan conectarse y el equipamiento para hacerlo. Hay tipos de negocios en los que es inviable, pero para todo el trabajo corporativo y más organizacional sí es factible hacer el trabajo desde las casas. Y actualmente lo estamos comprobando".

La especialista en recursos humanos cree que es importante tener claro que, si bien las condiciones en las que se está produciendo la transición no son las óptimas, el trabajo remoto es algo a lo que tenemos que estar abiertos. "Nos va a tomar un tiempo acomodarnos, pero vamos a empezar a ver las bondades de contar con esta flexibilidad, de encontrar nuestro propio espacio, poder seguir conectados con la gente, poder ser más productivos y eficientes y ganar más tiempo para nosotros mismos", explica.

Además, no se trata de cambios radicales necesariamente. El hecho de que las tendencias laborales apunten a modalidades laborales cada vez menos presenciales no significa erradicar por completo la oficina. "Quizás la solución óptima para muchos es un mix. Hay gente que prefiere tener el contacto con otros, ir a la oficina y almorzar con sus compañeros. Entonces le acomodaría el teletrabajo un par de días a la semana, pero no todos", explica. Y las soluciones flexibles son siempre una posibilidad. Pero la experta, al igual que Jennifer Christie, cree que no es posible revertir el salto que ya dimos. "Esta es una prueba tan masiva y por tanto tiempo que es imposible volver atrás completamente. El mundo no va a ser el mismo en muchos aspectos", aclara. "Desde la mirada del trabajo, lo que va a pasar es que ya no se le va a voy a poder decir a un empleado que no se puede trabajar de forma remota porque vimos que funciona. Y funciona bien".