Es una fruta veraniega por excelencia, no solo deliciosa y muy dulce, sino que además cuenta con varias propiedades que ayudan al buen funcionamiento de nuestro organismo. Tiene vitamina C, que es un excelente antioxidante; ácido fólico y vitamina E, pero además cuenta con bromelina, una enzima que, según la nutricionista de Clínica Indisa Dana Bortnick, "se usa en tratamientos de desórdenes digestivos y enfermedades virales. Podría llegar a considerarse antiedematosa, antiinflamatoria, antitrombótica y fibrinolítica. Recientemente se demostró una posible actividad antitumoral".

Aunque un jugo de piña es refrescante, es mejor comer piña picada. "Uno de los beneficios de las frutas es el alto contenido de fibra, que nos ayuda a tener mayor sensación de saciedad, mejora el tránsito intestinal y retrasa la absorción de ciertos nutrientes, como el azúcar. Debemos pensar en la fibra como una red que al licuarla cortamos en pedazos, por lo que pierde sus propiedades, explica la nutricionista Dana Bortnick.

Para evitar la ansiedad nocturna

Para los antojos nocturnos una fresca ensalada con piña ayuda a saciar el hambre por más tiempo. Entre las verduras que quedan bien con esta fruta están la espinaca y el pepino, y un aliño en base a yogur funciona perfecto.