Paula 1120. Sábado 27 de abril 2013.

Melancólicos, rabiosos o llenos de amor. Así son algunos trabajos musicales donde la maternidad es fuente de creatividad, felicidad, y también problemas.

La maternidad secreta de Joni Mitchell

En 1965, cuando tenía 21 años y era una desconocida estudiante de Arte que empezaba a cantar folk en la ciudad de Calgary, Canadá, Mitchell tuvo a una hija a la que dio en adopción a los seis meses y a la que dedicó una de sus canciones más confesionales e importantes: Little green, incluida en el disco Blue, de 1971. En ese entonces nadie lo supo, ni siquiera sus padres, porque ser madre soltera en Canadá en esa época era un escándalo. "Un hijo no podía ser algo más desdichado, te arruinaba socialmente". Instalada en Estados Unidos, la carrera de Mitchell despegó, pero nunca más tuvo hijos. 27 años después, su hija –la modelo Kilauren Gibb–, embarazada, comenzó la búsqueda de sus padres biológicos. Un día leyendo la biografía de Joni Mitchell comprobó que los pocos datos que había recolectado, coincidían, como la polio y la abuela profesora. Entonces se reencontró con su madre y el año 2000 Mitchell editó el disco Both sides now con una leyenda: "Este álbum está dedicado a mi hija Kilauren".

Julieta Venegas, la madre melancólica

"Cuando tienes un hijo no ves la vida con más ligereza, sino que ves más y te preocupas por cosas distintas. Cambia el centro de gravedad. Ya no podría escribir las canciones que escribía antes de tener a Simona", ha declarado la mexicana tras la publicación de su último disco. Está más melancólica, reflexiva y contagiada por la situación de violencia que vive su país, lo que se deja ver y escuchar en Los momentos (2013).

Alanis Morissette, la madre espiritual

A cuatro años de su último disco y a 17 de Jagged little pill, su placa más exitosa y con la que debutó mundialmente, esta canadiense defensora de la crianza con apego y la lactancia prolongada, regresó en 2012 con Havoc and bright lights, un trabajo donde dejó atrás la rabia y el inconformismo para hablar de la espiritualidad, los derechos de las mujeres y la libertad. La nueva perspectiva se la abrió el nacimiento de su primer hijo Ever Imre, el 25 de diciembre de 2010. "Como soltera podía sobrevivir sin cuidarme, pero como mamá no", ha confesado. En la canción Guardian confiesa que le gustaría convertirse en el ángel de la guarda de su hijo, para protegerlo siempre.

Para un aniversario de la muerte de su madre, estando en México, el chileno PedroPiedra (Pedro Subercaseaux) compuso la canción Mi mamá, y la grabó para mandársela a sus hermanos. Un tributo en el que le habla, como rezándole: ¿Dónde estás? Estás en la pregunta, mamá y no tienes respuesta, mamá. ¿Por qué tuviste que morir? ¡Tonta!

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