A lo largo de la historia, diferentes productos han sido utilizados por quienes menstrúan, en búsqueda de comodidad. Hablamos de toallas de tela, cinturones, esponjas, y en la actualidad alternativas más modernas, siendo las más usadas las toallas higiénicas, los tampones y las copas menstruales.

Una alternativa incluso más novedosa, que en los últimos meses ha cobrado relevancia, especialmente entre quienes compatibilizan su regla con el cuidado del medio ambiente, son los calzones menstruales. Se trata de prendas interiores que contienen capas absorbentes integradas y que son reutilizables y lavables.

Cuando la alemana Nathalie Wilk llegó a Chile en 2015 para hacer un intercambio, se sorprendió al ver que en nuestro país no existía esta alternativa, que según su experiencia ya era común en algunos lugares de Europa e incluso en Estados Unidos. Y su solución fue crear su propia marca a través de la cual podría vender estos productos y así además introducirlos al mercado nacional. Así nació Culotte, el emprendimiento en donde mezcla la preocupación por el medio ambiente y su propia necesidad de usar estos productos.

Culotte, que significa calzón en francés, consiste en una línea de ropa interior menstrual que pretende romper los tabúes y la vergüenza alrededor del ciclo femenino. Los calzones menstruales que desarrolló Nathalie, consisten en una prenda que en su interior lleva tres capas. La primera es de algodón, que es la zona que está en contacto con la vulva y que es amigable con esta zona. Después, una capa de microfibra, la cual se encarga de absorber todos los fluidos y, por ultimo, una capa impermeable que evita los derrames.

“En la combinación de esas capas, jugamos con el grosor de la microfibra, dependiendo de los flujos de cada mujer. Hay para flujo liviano, moderado y abundante. La idea es que todos se puedan ocupar durante doce horas pero hay que ajustarlo al flujo de cada persona”, explica su fundadora, quien también hizo un testeo en aquellas con incontinencia urinaria y funcionaron a la perfección.

Para Nathalie, aún existen muchos mitos en relación a los calzones menstruales ya que se cree que son sucios, incómodos o poco resistentes, y que son creencias que aún circulan y que evitan que mujeres se atrevan a probar otras alternativas. Lo cierto es que los calzones menstruales no generan olores, absorben los líquidos eficientemente y resultan cómodos de utilizar.

“Siento que en Chile están tomando mucha fuerza los temas medioambientales en este momento y la gente está siendo más consciente. Nosotras las apoyamos con la educación porque igual son aproximadamente quince mil productos que tu ocupas durante tu vida menstrual. Es un número impactante, y hace un tiempo atrás nadie se lo preguntaba”, dice Nathalie.

Los calzones menstruales pueden durar entre 60 a 80 lavados, y son una alternativa ideal para aquellas que no se han podido acostumbrar con la copa menstrual.