Opinante

Aunque se fue de TVN cansada de levantarse al alba, hoy la tenemos en el 13, nuevamente, madrugando. Pero ahora está más suelta y opinante: se le nota la experiencia acumulada. Aquí, Tonka Tomicic habla de su amor por los quiltros callejeros, de su reticencia al sicólogo y de la posibilidad de casarse. De paso, le aconseja a Piñera que se haga la manicure. Entrevista de Monserrat Álvarez en La poca vergüenza, de radio Paula FM. Lee aquí lo que antes escuchaste.




¿Cómo lo haces para despertar a Chile con buena cara y buen ánimo?

El sueño se va rápido. Cuesta salir de la cama, pero después de 10 minutos, llega la energía y la fuerza.

Una de las razones que confesaste al irte del Buenos Días a Todos era dejar esa esclavitud de madrugar, y aquí te tenemos nuevamente amaneciendo con el canto del gallo…

Fueron cinco años de madrugar. Luego me vine al 13, me tomé un año sabático de levantarme temprano para hacer proyectos distintos, tener nuevas experiencias y las tuve. Fue un año súper bueno,

de mucho crecimiento y de aprendizaje. Y salió nuevamente un proyecto de mañana, pero, aunque es el mismo horario, es completamente distinto.

Te hemos visto enfrentando de una manera bastante dura, por ejemplo, a ministros, haciendo preguntas a veces complicadas.¿Tonka hoy se parece más a una periodista?

Puede ser. También cuenta la edad, pues Monse. Y los tiempos que corren: la gente busca verdad, información, más orientación. Hoy la gente busca que se dé opinión, sobre todo en la mañana, que es el único programa que uno puede conversar, debatir y compartir ideas.

(¡Guau, guau..! se escuchan unos perros que no nos dejan seguir hablando) ¿Qué pasa con los perros? ¿Cuántos tienes?

Ahora dos. Yo siempre recojo por ahí perritos y los voy acomodando en diferentes casas. Cuando encuentro uno, lo llevo a la veterinaria, hasta que le encuentro un hogar que parece correcto y que lo van a cuidar. Entonces ahí los voy ubicando. Y a mí me gustan los quiltros porque son fieles, cariñosos, mucho más sanos que los de raza.

¿Tus perras son quiltras?

Claro. Está la Benedicta, que se llama así porque la encontré justo cuando asumió el papa Benedicto. La otra se llama Gaviota, porque la encontré en la Quinta Vergara, cuando me tocó animar el segundo año del festival.

Todos los días pasas cuatro horas junto a Martín Cárcamo, tu compañero de labores en Bienvenidos. ¿Cuál es el principal defecto y la principal cualidad de tu compañero de trabajo?

El principal defecto de Martín es que a eso de las 10:30 de la mañana, en medio del programa, saca huevo duro y deja una estela y un olor en el estudio que no se puede resistir.

¿Por qué hace eso?

Está a dieta.

¿Y cuál es su principal cualidad?

Es empilado. Mucha energía, fuerza, se preocupa de cada detalle. Es un agrado trabajar con Martín, es muy buen compañero.

¿Cuál es el defecto que más deploras de ti misma, Tonka Tomicic?

Que a veces empiezo algo y no lo termino, en mi casa, sobre todo.

¿Cuántas veces en tu vida has tenido que recurrir al sicólogo o al siquiatra para lograr mayor equilibrio espiritual?

No he ido nunca ni al sicólogo ni al siquiatra. Sí fui al sicopedagogo en el colegio.

¿Y nunca te han dado ganas de hacerte una terapia, sicoanálisis, de entrar más profundo en tu siquis?

Sabes que no. Siempre he rechazado ese tema de las terapias, no se si es por pudor o qué. Sentarme frente a otra persona y ser un libro abierto, me da un poco de cosa.

Para calmar el nervio ¿sexo, pisco sour, shopping o deporte?

Chocolates.

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