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Para el resto del mundo los habitantes de Dinamarca son campeones en felicidad. Uno de los conceptos detrás de su reconocido buen índice de calidad de vida es hygge, palabra que se refiere a una manera de enfrentar el día a día pensando en el bienestar. Relajarse a través de pequeños momentos y crear tiempos para la comodidad personal son el principal foco de esta actitud que ya está instalada como tendencia en varios ámbitos, como la forma de vestirse o la música que se escucha. Un elemento indispensable para adentrarse en este estilo de vida es el hogar, donde la decoración y arquitectura se pueden alinear para crear rincones reconfortantes y acogedores.

Limpieza y orden fácil

Llegar a la casa a ordenar y hacer aseo no es algo que forme parte de un momento hygge, por lo que la primera consideración es vivir en un lugar que sea fácil de mantener ordenado y limpio. Por ejemplo, para asear un piso flotante se necesita solo un paño húmedo. En cambio, para alfombras hay que usar aspiradora y tener mucha paciencia. Otro punto a considerar es mantener los elementos en su lugar. Aquí, el almacenaje en cajas es una buena opción.

Noble y natural

Los daneses que viven bajo el concepto hygge, al momento de seleccionar los materiales de los elementos del hogar, renuncian al plástico. Lo noble y natural es protagonista, como la madera, cerámica y piedra. Este concepto también abraza el sentimiento de nostalgia, y por lo mismo, la recuperación de objetos antiguos en mercados populares cobra sentido.

Claridad cálida

La luz natural del sol avisa el comienzo de otra mañana y nada mejor que recibirla bien para empezar el día, según esta filosofía. En el caso de Chile, lo recomendable es que las ventanas de los dormitorios den hacia el oriente para que reciban luz la gran mayoría del día, mejor si hay ventanas amplias. Para la noche se pueden utilizar luces en tonos cálidos e incluso velas, un objeto muy preciado por los daneses y que les asegura tranquilidad.

Espacios para compartir

Integrar las tareas del hogar como un trabajo en común es uno de los pilares de este estilo de vida. Aquí aparece el uso de la cocina abierta a otros espacios como el comedor. Si hay invitados, estos puedan participar de las preparaciones gastronómicas. Además, hoy en día, con las maratones de series, la televisión está volviendo al living, un lugar donde todos pueden estar juntos y relajarse.

Aprovechar el exterior

Hygge no tiene que ver con ostentar lo más grande, sino que con hacer cosas gratas. Tener un huerto en la terraza con plantas comestibles como albahaca o menta, y cuidar de ellas para sentirlas propias es reconfortante y simple a la vez. También se puede utilizar este lugar para crear un espacio extra para compartir, como una terraza con una mesa y asientos para los días de verano.

Buscar la comodidad

Enfocarse en las zonas de descanso es fundamental para seguir este estilo de vida. Para el sillón y camas, los cojines y mantas nunca están demás. Lo ideal es que los colores que se elijan vayan en tonalidad pastel y claro, debido a que tranquiliza. Hygge también rescata los momentos de plenitud como leer un libro, y nada mejor que hacerlo disfrutando del hogar.

*Para este artículo se entrevistó a Isabel Palma, ingeniera comercial y Magister en Sociología de la Universidad de Oxford y gerente Comercial de Inmobiliaria FG.