Un jugador, una marca

Paula 1176. Sábado 20 de junio de 2015.

Desde que en el 75 un rayo de sol justo iluminó un gol de cabezazo, que le dio el primer título de la historia a su equipo en Brasil, Elías Figueroa se consagró como una figura del fútbol mundial. Tanto, que es el único chileno que ha sido tres veces elegido el mejor jugador de América y dos veces el mejor del mundo.

Sus dotes como futbolista hicieron que desde los 17 años la prensa le tuviera tanto respeto que le comenzó a llamar "don". Nacido en Valparaíso, llegó a Santiago Wanderers para saltar a Uruguay y luego al Internacional de Porto Alegre, en Brasil, donde se convirtió en ídolo nacional tras anotar de cabezazo un gol que le dio la primera victoria a su equipo, donde jugó hasta 1976. Como la hazaña resplandeció bajo un intempestivo rayo de sol un día nublado, le llamaron el "gol iluminado". Tras un paso por Estados Unidos, regresó a Chile para jugar en Palestino y luego terminar en Colo-Colo, equipo de donde se retiró a los 38 años.

Hoy tiene 68, vive en Villa Alemana y está dedicado a su corporación Gol Iluminado, que fomenta la educación a través del deporte, y a la empresa de vinos que lleva su nombre y cuyos mostos se exportan a Brasil y, recientemente, también se venden en el país. Su nombre también lo lleva el moderno estadio de Playa Ancha, en Valparaíso, adonde irá a ver todos los partidos de la Copa América que allí se jueguen, asegura.

Lo que debemos aprender de Sampaoli es… la disciplina, el trabajo y lo mucho que hace correr a los jugadores.

Si fuera entrenador de La Roja, mi consejo sería… no miren a nadie hacia arriba ni hacia abajo: que miren, siempre, a todos por igual.

Lo que aprendí tras tres mundiales de fútbol es… que no somos menos que nadie, que estamos en el mismo nivel que todos.

La Copa América la voy a ver… en el estadio Elías Figueroa y en el Nacional. Voy a ir a todos los partidos. Es que no necesito entrada.

La diferencia entre jugar una Copa América en 1979 y en 2015 es… además del año, ninguna, el fútbol se juega siempre en la misma cancha. Lo que sí cambia es que en mis tiempos las cosas íntimas eran íntimas y solo importaba cómo jugabas, no con quién salías.

Ser el mejor jugador chileno de todos los tiempos significa que… tendría que salir alguien que fuera tres veces el mejor de América y dos veces el mejor del Mundo, y recién ahí poder superarme.

Mucha gente me dice… Don Elías.

La marca Don Elías Figueroa significa… tanto, que mucha gente cree de verdad que me llamo "Don". Es algo que he construido con esfuerzo y victorias a través del tiempo y hoy es mi marca de vinos.

Hoy, soy un ex futbolista y actual… empresario vitivinícola. Pero ¡ojo!, no soy ex, todavía juego fútbol dos veces a la semana con mis amigos. ¡Y juego el partido entero! Ya no juego de defensa eso sí, ahora juego de delantero: tarde descubrí lo fácil que era jugar arriba.

Me gusta el vino con… unos quesitos y una buena galleta de agua. Mi favorito es el chardonnay. El vino es parecido al fútbol: tiene historia, se toma en grupo o en equipo y da muchas alegrías.

Estoy ad portas de los 70 años y… me siento como de 30.

Mi gran ventaja es… ser agrandado, sentirme que soy capaz para todo y mirar a todo el mundo de igual a igual, sin humos en la cabeza.

Me siento orgulloso de… mi familia. Tengo dos hijos, tres nietos, un bisnieto y otro en camino. Y de haber representado y seguir representando a Chile en el extranjero.

Después de ser autor de un gol iluminado… Las embarazadas me pedían que les tocara la guata para que sus hijos nacieran hombres y buenos para el fútbol. Incluso, compusieron sambas en mi honor.

Sobreviví a la difteria y a la poliomelitis, hoy creo que… todo, todo, todo se supera. No existe lo imposible.

Algo que pocos saben… es que fui dos años elegido sex symbol en Brasil y que fui modelo de mi propia marca de ropa.

Lo mejor que he hecho… casarme y tener familia. Me casé a punto de cumplir 16 y llevo 52 años de matrimonio. Es la mejor decisión de mi vida.

Nunca diría… de esta agua no he de beber.

No me pierdo el programa… Vértigo, me encanta.

Me da vergüenza ajena... ver gente que necesita y está sufriendo.

A las 6 de la mañana… estoy durmiendo.

Y a las 12:00 de la noche… estoy empezando a dormir, cuando no estoy de viaje o en alguna actividad.

Perdí cuando… futbolísticamente lo que más siento es haber perdido la eliminatoria del Mundial del 78.

Y gané cuando… toda la vida me he sentido un ganador. Es cosa de actitud.