Un proceso natural y biológico que se da en todas las mujeres es que en la medida que envejecemos nuestra reserva ovárica y su calidad se vea disminuida, razón por la cual oímos comúnmente el término del “reloj biológico” que afecta a la mujer. Y es que a diferencia de los hombres, que tienen la capacidad de producir espermatozoides a lo largo de toda su vida, nosotras contamos con un plazo de fertilidad.
En palabras del doctor Alejandro Tapia, profesor asociado del Instituto de Investigaciones Materno Infantil, las mujeres contienen una reserva ovárica determinada, es decir, desde su desarrollo fetal tiene cantidades de óvulos definidos, por ende, no se forman más óvulos después de nacer. “Durante el desarrollo embrio fetal se alcanza un máximo de 7 millones de folículos (los cuales contienen ovocitos) y este número disminuye progresivamente a lo largo de la vida de la mujer. Una recién nacida cuenta con aproximadamente entre 400 y 500 mil folículos, los cuales, una vez que se agotan, dan lugar a la menopausia cerca de los 40 años”, explica.
Ahora, si una mujer joven tiene una carga baja, la calidad de los ovocitos puede ser buena, por lo que este fenómeno no debiera ser necesariamente asociado con la infertilidad. “Hay mujeres con reserva ovárica baja que no tienen problemas para embarazarse de manera natural. Una mujer joven con reserva ovárica disminuida infértil puede someterse a uno o varios procedimientos de estimulación ovárica y, si responde bien, se puede obtener una cantidad adecuada de ovocitos para un procedimiento de reproducción asistida. Al ser joven, esos ovocitos probablemente sean de buena calidad. Sin embargo, si la mujer se encuentra sobre los 37 o 38 años no solamente dispone de menos óvulos en su reserva, sino que aunque se estimule, la probabilidad de que esos ovocitos generen un embrión viable y produzca un embarazo son bajas.”
El procedimiento de estimulación ovárica controlada es la primera fase de los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad y consiste en inducir el desarrollo de múltiples folículos simultáneamente mediante la administración de medicamentos hormonales a la paciente. El tipo de estimulación dependerá en parte de la reserva ovárica de la mujer, evaluada con marcadores como la hormona antimülleriana, la cual -según explica el Dr. Tapia- se correlaciona bastante bien con la reserva ovárica, permitiendo estimar la población de folículos en el ovario que potencialmente se podrían desarrollar y así obtener una cantidad adecuada de óvulos maduros para fertilizar.
Los tratamientos de reproducción asistida en mujeres con esta reserva disminuida deben ser indicados por un especialista en fertilidad, quien hará una evaluación de los parámetros de las pacientes y de sus parejas, ya que existen muchos factores que dependerán de ello, ya sea edad, reserva ovárica, estilo de vida. De esta manera se indicará el procedimiento que podría ser más conveniente según las características de las pacientes.