Una princesa desolada

diana obra de teatro

Este es el último fin de semana para ver Los tristísimos veranos de la princesa Diana, imperdible montaje teatral que conmemora los 20 años de la muerte de Lady Di y que se presenta en Espacio Diana.




Paula.cl

Diana deprimida, abatida, enferma. Diana lleva un vestido pálido del mismo color de la pared de su habitación. Puede apoyarse en ella, inestable, y confundirse ahí. Camuflada. Inadvertida. Diana no tiene fuerza ni menos algún atisbo de esperanza en el mundo y la vida. Diana es una princesa bulímica, encerrada en un castillo por conductas que la realeza reprocha y es condenada a muerte por eso. Sus dos sirvientas se burlan de ella. Su único amigo –el mayordomo del castillo– ha sido expulsado de allí. Sus dos hijos, Guillermo y Enrique, la aman profundamente e intentan salvarla, pero están dañados e indefensos.

Diana es interpretada impecablemente por un hombre, el actor David Gaete (compañía La Niña Horrible), quien aun cuando haya terminado la función y esté envuelto en aplausos sobre el escenario, no podrá sacarse el ceño de tristeza de su rostro. Pero esta obra llamada Los tristísimos veranos de la princesa Diana –que es producto de un encargo de Espacio Diana y el British Council, para conmemorar los 20 años de la muerte de Lady Di– no es solo tristeza, sino una particular composición que bordea lo grotesco, y que a varios en el público les parecerá, a ratos, tremendamente cómica: algunos se reirán a más no poder cuando, por ejemplo, un guardia con máscara fálica entre a la habitación de Diana, la lleve al baño y abuse de ella. Otros espectadores quedarán callados y perplejos.

Es esa compleja mezcla de caricatura, excentricidad, angustia, ironía y drama bufonesco lo que hace que Los tristísimos (…) sea un montaje realmente delirante. Un admirable trabajo que hace la dupla Carla Zúñiga (dramaturga) y Javier Casanga (director), quienes logran que en una sola habitación como escenografía haya miles de universos, utilizando cada resquicio que se pueda, como puertas, ventanas, cortinas y una cama.

Una serie de componentes que no tienen nada de realistas –en el sentido del género– pero cuyo resultado hace que prime, finalmente, una evidente realidad con la que el espectador puede empatizar: la que todos conocemos de Lady Di, la princesa de Gales. Que fue una sufrida mujer, ícono para muchas, que por años resistió los embates externos e internos y que terminó con un trágico final.

Viernes y sábado a las 20:30 hrs; domingo a las 19 hrs. Espacio Diana. Arturo Prat 435. $ 5.000 entrada en www.atrapalo.cl

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.